Un recuerdo y varios tropiezos en el Nuevo Carlos Tartiere
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El Real Zaragoza sale a la carretera para volver a jugar lejos de La Romareda tras el empate cosechado en Reus. Será en esta ocasión un desplazamiento largo, hasta Oviedo. Una ciudad con tradición de fútbol de Primera en la que los aragoneses ha vivido experiencias de todo tipo. También en el Nuevo Carlos Tartiere, el tercero de los estadios que ha sido feudo del equipo carbayón.
Antes del actual, el Real Oviedo jugó en el estadio de Buenavista y en el viejo Carlos Tartiere. Tres campos en los que el Real Zaragoza ha llegado a disputar hasta 42 encuentros, con un balance poco positivo de apenas cinco victorias. Una tendencia que no ha cambiado durante las últimas temporadas en las que el equipo ovetense se mudó a su nuevo estadio.
El Nuevo Carlos Tartiere abrió sus puertas en septiembre del 2000. Poco después, en octubre, se produciría la primera visita de los blanquillos. Fue entonces en Primera, la única vez en la que los aragoneses han pisado el nuevo estadio en la máxima categoría, en un encuentro que se cerraría con victoria local por 2-1. El gran recuerdo aragonés en Oviedo fue en la temporada 2002/03. El Real Zaragoza logró el ascenso a Primera en aquel año tras una reacción que empezó precisamente con aquella victoria por 0-2 protagonizada por un jovencísimo Cani.
Dos empates y una derrota en las últimas temporadas
No fue hasta la 2015/16 que el conjunto blanquillo volvió al Nuevo Carlos Tartiere tras los años de travesía en el desierto del Real Oviedo. Desde entonces no se ha vuelto ganar en el feudo carbayón. En la primera temporada la victoria fue para los locales por 1-0 con gol de Toché. Las dos últimas se han saldado con empate. En la 2016/17 el encuentro se saldó sin goles, mientras que la pasada campaña el Real Zaragoza igualó con goles de Mikel González y Zapater los tantos iniciales de Aarón Ñíguez y Toché.
Será esta una buena ocasión para tratar de revertir la mala racha y de paso intentar repetir la gesta de aquella campaña 2002/03, muy especialmente el final, con el ascenso a la máxima categoría.