Tenerife como único horizonte
El Real Zaragoza ha vuelto a la Ciudad Deportiva horas después de consumar el fracaso que supuso la eliminación en Copa del Rey a manos del Cádiz. Un traspiés sin excesiva importancia más allá del hecho de prolongar una racha de partidos sin victorias que se va ya hasta los siete encuentros de forma consecutiva.
Un encuentro que deja la resaca de un equipo apesadumbrado que vio como, por primera vez esta temporada, la grada pitaba a sus jugadores y solicitaba la marcha del entrenador. Con estas sensaciones han aparecido sobre el césped los integrantes del plantel blanquillo, que apenas han recibido una breve charla de Idiakez antes de dividirse en grupos.
Por una parte, los jugadores que acumularon más minutos ante el Cádiz han enfilado el camino hacia el gimnasio; por otra, los lesionados, de los que se han dejado ver Guti, Toquero, Álvaro Vázquez y Papu han seguido su trabajo de recuperación y por último, sobre el césped, buena parte de los que tendrán la responsabilidad de ganar al Tenerife, a los que se han sumado los jugadores del filial David y Carlos Vicente, así como Marc Aguado. También Álex Muñoz, que se perdió la última sesión y el partido por molestias digestivas.
Una sesión en la que el único pensamiento pasa por el encuentro ante el equipo canario, que puede marcar el devenir del club de cara a las próximas semanas. Sobre el césped y con mucho balón, el equipo trata de asimilar las ideas de un Imanol Idiakez que poco a poco va perdiendo crédito y al que sólo le vale la victoria para sobrevivir a la vorágine en la que se ha convertido el Real Zaragoza durante las últimas temporadas. El equipo volverá en la tarde del viernes a La Romareda para seguir preparando un encuentro que en estos momentos se presume vital.