Acto de fe en Riazor
Lucas Alcaraz cree en este Real Zaragoza. Lo dijo en la rueda de prensa del viernes. Quizá fue una reflexión en voz alta, pero con la boca pequeña. Casi nadie cree en este equipo tras la sucesiva falta de argumentos que esgrime partido tras partido. El juego es plano, no hay una brújula, los jugadores están perdidos y el nuevo técnico no encuentra soluciones. Por eso, pensar en traerse algo positivo de Riazor es un acto de fe extremo. Natxo tiene bien armado al Deportivo y el plantel gallego da miedo. Ni siquiera la presencia de Guitián anima a las masas.
Los blanquillos viajan a Galicia inmersos en el mismo mar de dudas de los últimos partidos. No se sabe si habrá defensa de cinco o rombo, ni quien conformará la pareja de centrales, ni el centro del campo, ni la delantera... Alcaraz le ha dado la vuelta al calcetín muchas veces, pero no ha dado con la fórmula. Ni se defiende ni se ataca. El Zaragoza es un equipo desnortado.
Alberto Guitián va a debutar como titular. Ya hubiese jugado ante el Córdoba si hubiera llegado a tiempo. El central cántabro da más poso a la zaga -que falta hace- y mejor salida de balón, aunque el nuevo técnico tampoco exige demasiado salir con el balón jugado. Habrá que ver cómo nota el equipo la presencia del nuevo futbolista.
Por lo demás, muchas cosas a matizar. ¿Nieto volverá a ser central? ¿Delmás volverá a ser titular? ¿Verdasca o Perone? ¿Guti sigue en la sala de máquinas? ¿Vázquez será el perjudicado en la rotación de los atacantes? Todas estas cuestiones y alguna más hablan del estado de indefinición en el que se mueve el equipo.
Enfrente estará Natxo González. El vasco conoce bien a la mayoría de los jugadores y sabe qué tecla desactivar para dañar al rival. Está a los mandos de un Deportivo que mantiene el pulso del ascenso con resultados justos, pero favorables.
veremos la alegria de la huerta que alineacion propone.