Víctor, entre el pragmatismo y la ilusión
Poca gente habrá en el mundo del fútbol profesional que conozca tan bien lo que supone el Real Zaragoza y su gente como Víctor Fernández. El hombre que logró situar al club aragonés en lo más grande ha vuelto para tratar de salvarlo en una de las situaciones más delicadas de su historia.
La necesidad del equipo
Después de años alejado de los banquillos y del Real Zaragoza, Víctor Fernández volverá a su casa para sentarse en el estadio de La Romareda, un momento para el que confiesa sentirse “responsabilizado” y que le provoca, pese a la experiencia, “un hormigueo en el estómago”.
El técnico aragonés ha tenido su primera rueda de prensa previa a un encuentro, el del sábado frente al Extremadura, en el que ha mezclado mensajes de ilusión con otros en los que mostraba ser consciente de la dureza del momento que vive el equipo. Su mensaje a los jugadores ha sido sereno, “el equipo necesita mucha tranquilidad, mucha serenidad, un discurso que les ayude a encontrar el rumbo”. Aunque mantiene la ilusión ya que considera que “esto los vamos a sacar entre todos. Primero los jugadores, con la afición, con vuestra ayuda con vuestra comprensión. Dando lo mejor de uno mismo”.
Víctor Fernández ha descrito a la perfección el momento que vive el equipo “ahora somos un equipo con muchas dificultades, muy agobiado, con una clasificación que pesa mucho” y de paso ha mostrado el deseo de lo que espera del Real Zaragoza de cara al futuro “queremos ser un equipo acorde a la historia y a la dimensión de esta ciudad”.
Un mismo corazón
Y finalizaba con un mensaje claro hacia la afición “queremos jugar acorde a lo que esta afición ha querido y ha exigido. Aunque es una afición que ha cambiado mucho, que no tiene nada que ver con la de hace 15 o 20 años, ya que se ha incorporado mucha gente joven que dan un colorido diferente respecto a épocas anteriores. Al final, es lo mismo. Es el mismo corazón. Cuando el corazón del zaragocismo se une, normalmente gana muchas batallas y este campo se convierte en un campo muy jodido para el rival”.