Cafú, el primer fichaje invernal del Real Zaragoza
Se acerca el nuevo año y con el la apertura del mercado invernal. Una cita habitual, casi una tradición para el Real Zaragoza, que buscará reforzar su plantilla en busca de una mejora notable del nivel general del equipo. Una costumbre que se inauguró con la incorporación de todo un mito del fútbol mundial, Marcos Evangelista de Morães, Cafú.
Porque no siempre hubo la opción de reforzar el equipo en invierno. Hubo que esperar hasta la temporada 1994/95 para contar con posibilidad de incorporar jugadores una vez que la competición había dado comienzo. En aquella campaña, en la que el Real Zaragoza se encontraba inmerso en tres competiciones –Liga, Copa y Recopa– ,Víctor Fernández vio mejorada su plantilla con Cafú.
Mejor jugador sudamericano en 1994
El brasileño llegó a la capital del Ebro después de proclamarse campeón del mundo con selección en el verano de 1994 en Estados Unidos, llegando a jugar incluso en la final frente a Italia. Vestir la elástica del Real Zaragoza supuso entonces el salto de Cafú al fútbol europeo después de cinco años en el São Paulo, con el que había conquistado tanto el Campeonato Paulista como el brasileño. Aquel año había sido nombrado como mejor jugador sudamericano, curiosamente, por delante de otros dos futbolistas que antes o después vestirían la elástica blanquilla, Chilavert y Gustavo López.
Sin embargo, Cafú llegó a un equipo construido a lo largo de los años y con los roles bien definidos. Aquí se encontró la competencia de Alberto Belsué, un jugador de la casa que vivía además sus mejores momentos de fútbol –formó parte de la selección en la clasificación para la Eurocopa y en el torneo, en Inglaterra en 1996– Por eso, y por alguna que otra lesión, la figura de Cafú nunca llegó a ser en Zaragoza lo que se vería años más tarde en equipos como la Roma o el Milán.
Una Recopa en la vitrina
1.150 minutos en total entre Liga, Copa y Recopa, donde fue protagonista únicamente en la vuelta de semifinales frente al Chelsea, fueron escaso bagaje para el lateral en el Real Zaragoza, en el que tuvo tiempo de sumar a sus vitrinas el título de la Recopa. Pese al deseo de que permaneciera en el club, el jugador decidió volver a su Brasil natal, donde pasó primero por el Juventude antes de recalar en el Palmeiras. Allí conquistaría otro Campeonato Paulista antes de volver a este lado del Atlántico para enrolarse en la Roma, con la que conquistaría el Scudetto en 2001 y tres años más tarde, en 2004, con el Milán, con quien también alzaría la Champions y el Mundial de clubes en 2007. Además, volvió a ganar el Mundial con Brasil en 2002. Convirtiéndose, con un palmarés envidiable, en toda una leyenda del fútbol mundial.