0-2, m. 32: Lucas Vázquez.
0-3, m. 72: Vinícius Jr.
0-4, m. 80: Benzema.
Fin del sueño, vuelta a la realidad
Hasta aquí llegó la participación en Copa del Rey del Real Zaragoza. Los de Víctor Fernández han caído derrotados por 0-4 ante el Real Madrid. Una Romareda repleta y un equipo que lo ha intentado ante un buen rival, no han sido suficientes para escribir una página más en la historia del club aragonés. Como nota positiva, ningún lesionado en el cuadro blanquillo.
El Real Zaragoza comenzaba el choque algo tímido. Incluso con cierta presión por todo lo vivido en la previa: uno de los recibimientos más masivos que se recuerdan, una Romareda a rebosar y el hecho de enfrentarse con todo un Real Madrid. Eso se notaba en que el conjunto de Zidane se encontraba cómodo y apenas le intimidaba la presencia de once blanquillos sobre el césped.
Con ello, la mitad de campo zaragocista empezaba a notar cierta presencia blanca. Llegaba el primer córner para el Real Madrid. Los de Víctor Fernández eran conscientes del peligro por alto del cuadro madrileño. Sin embargo, el peligro llegaba por abajo. Ejecución en corto para que Kroos colocara una balón medido y potente al segundo palo. Ahí se encontraba Varane, libre de marca, que con tan solo poner el pie hacía el primero de la noche. Se adelantaba en el marcador el Real Madrid ante un Real Zaragoza al que sus nervios iniciales le habían pasado factura.
Si este choque ya era complicado, estando uno abajo en el luminoso a los cinco minutos de comenzar lo hacía más difícil aún. Le costaba entrar en el partido a los jugadores del Real Zaragoza. Solo Kagawa, Eguaras y Soro parecían calmados con la pelota. Por eso, el primer disparo zaragocista tardó en llegar 20 minutos. André Pereira, que estrenaba titularidad, intentó enganchar un balón desde la frontal que se topaba con un muro blanco.
Los hombres de Víctor Fernández, apoyados por más de 30.000 aficionados, empezaban a desquitarse de los nervios. Los jugadores empezaban a conocer a Areola. Eguaras veía una línea de pase a la espalda de Carvajal, y donde puso el ojo, puso la pelota. Balón para Clemente que con un centro por alto obligó a Ramos a meter la cabeza para alejar el peligro. Apenas había pasado un minuto cuando llegaba la ocasión más clara para el Real Zaragoza. Kagawa se hacía con un balón en la frontal e intentó poner en la escuadra derecha un disparo intencionado que acababa tocando el guardameta francés para despejar a córner. Rozaba el gol el Real Zaragoza.
Sin embargo, el Real Madrid también jugaba. Iba a ser tarde o temprano cuando iban a adentrarse de nuevo en las inmediaciones del arco de Ratón. Valverde llegaba solo a la línea del área y recibía un balón, al cual pretendía golpearlo de primeras, pero su ejecución fue fallida y el portero gallego suspiraba. Kagawa seguía estando activo cuando el Real Zaragoza tenía la posesión. Por eso iba a volver a gozar de una oportunidad. De nuevo disparo desde la frontal, tras una gran jugada de entendimiento con el recién llegado Pereira, pero sin lograr el gol.
Pasada la media hora de juego, nuevo batacazo para los de Víctor Fernández. Lucas Vázquez recibía un balón de Kroos, otra vez, dentro del área y batía a Ratón para aumentar la ventaja. Fallo en salida de balón del Real Zaragoza que no concretaba para alejar el peligro y eso se transformaba en un nuevo escalón que tenía que superar el cuadro aragonés si quería seguir en vivo en el torneo del K.O. Ese segundo tanto blanco llevó a que la moral de los blanquillos bajara, mientras que el Real Madrid empezó a gustarse. La banda izquierda de Marcelo y Vinicius era por donde llegaba la mayoría del peligro. De hecho, este último estuvo a punto de hacer el tercero, pero su disparo salió lento de su bota derecha y Ratón conseguía hacerse con esa pelota. Al final de la primera mitad, de nuevo el peligro llegaba por esa banda izquierda. Centro peligroso e intencionado que Grippo lograba despejar dentro del área pequeña.
Comenzada ya la segunda parte, sin cambios por cierto, la dinámica era la misma. El balón tenía un claro color blanco y el Real Zaragoza solo podía correr tras la pelota. Por eso, poco tardó Víctor en hacer las dos primeras sustituciones. Velocidad y descaro para el ataque. Linares y André Pereira se marchaban para dejar su sitio a Luis Suárez, muy ovacionado a su entrada, y Álex Blanco. La entrada del colombiano parecía darle un aire nuevo al equipo. Su habitual garra era contagiada al resto de sus compañeros. Además, si a eso le sumas que en su primer cara a cara con Ramos, se marchaba a la primera de él, La Romareda veía todavía opciones de poder hacer cosas.
A la hora de juego, teniendo al Real Madrid por completo en el primer cuarto de campo, James lo intentaba desde lejos, pero su disparo no encontraba el arco. Al instante, nueva jugada de peligro. Kagawa recibía de nuevo dentro del área y armaba la pierna, pero su intento se iba por encima del travesaño. Lo estaba intentando el Real Zaragoza, pero era mucho Real Madrid. No obstante, Luis Suárez quería meter miedo. Antes Sergio Ramos, ahora su rival era Varane. Y a la primera también se marchó del francés. Eso sí, la oportunidad era desbaratada, otra vez.
Aunque, de nuevo, el Real Zaragoza iba a darse cuenta de contra quién se estaba enfrentando. Vinicius, con una gran definición, batía a Ratón con un disparo ajustado. Hacía el tercero el Real Madrid. La esperanza se esfumaba, pero Suárez tuvo la más clara del partido para los locales a falta de 15 minutos para el final. Excelente balón de Kagawa para plantar solo al cafetero contra Areola. Su disparo buscaba el primer palo, pero el francés metía una pierna salvadora para dejar su puerta a cero. Después, Álex Blanco, hasta en tres ocasiones desde la banda derecha, buscaba sorprender a Areola, pero sus intentos no encontraban las redes.
En esas, con el partido ya bastante roto, llegaba el cuarto. Balón en profundidad a Carvajal que ponía un exquisito balón al segundo palo donde estaba Benzema que remataba a placer. Pese al resultado, La Romareda estaba a la altura. Los cerca de 30.000 aficionados tenían claro cuál es el objetivo único: regresar a Primera División. Como dijo Víctor Fernández, jugar este partido ya era un premio. Comenzaba así un 'bufandeo' de los de antaño, al son de "Volveremos, volveremos, volveremos otra vez".