Ángel Martín González desvela una "guerra" en su despido del Real Zaragoza: "Nos echaron a todos para justificarlo"

Miguel Ángel Martín González es un hombre de fútbol. El actual director deportivo del SD Huesca está sumido ahora mismo en un proyecto ilusionante en el que el club oscense lucha por el ascenso. Una situación que no se parece en nada a la del Real Zaragoza, enfocado en no perder la categoría. Años después de su salida de La Romareda, ha recordó una salida que todavía no ha conseguido entender en una entrevista con Relevo.

Por aquel entonces, el Zaragoza peleaba por regresar a la élite del fútbol español. Y estuvo cerca de lograrlo en verano de 2015, pero no se dio. "Se hizo un equipo en 15 días, se montó todo muy rápido. Empezó de entrenador Víctor Muñoz, iba todo muy bien, sextos en la octava jornada... y el club tomó la decisión de sacar a Víctor Muñoz sin mucho motivo", recuerda.

"Llegó Ranko Popovic y mantuvo esa línea: acabamos sextos, nos metimos en promoción. Y esa promoción fue una locura: perdimos 0-3 contra el Girona el primer partido, en la vuelta cambiaron tres o cuatro jugadores y nosotros marcamos pronto y ayudó a la victoria por 1-4. Luego vino Las Palmas, ganamos 3-1 en casa, el resultado se quedó cortísimo. Fuimos a jugar y cuando quedaban 5 minutos nos hicieron el segundo gol, perdimos 2-0 y Las Palmas ascendió a Primera. Si llegamos a conseguir ese año el ascenso, creo que hubiera cambiado todo lo que lleva el club hasta este momento. La cantidad de años que lleva en Segunda y la cantidad de situaciones complicadas que se están viviendo... ahí hubiera cambiado todo.", asegura.

Ángel Martín González y su "guerra" en el Real Zaragoza

Poco después, el director deportivo acabó fulminado. Y no sólo él, sino buena parte de los componentes del primer equipo. "No sabemos ni nosotros lo que pasó. Ni nosotros. Jugamos en Tarragona la jornada que paraba ya la competición por Navidad, y me parece que íbamos terceros o cuartos. Teníamos, para mí, mejor equipo que el año anterior, que estuvimos a punto de subir. Teníamos de delanteros a Ortuño y a Ángel y un equipo precioso. Perdimos en Tarragona 3-1 y nos echaron al míster, a mí, al médico y al delegado. Nos echaron a todos para justificar mi salida", recuerda en la entrevista en Relevo.

"Yo tenía una guerra ahí con un directivo que era el que mandaba en el club en su momento. No la inicié ni la propicié ni la quería. Me dolió mucho porque creo que en el Zaragoza había opciones de todo, que podíamos haber hecho otro año precioso, compitiendo por subir a Primera. Pero ahí se estropeó todo. No sé lo que pasó, no sé por qué se tomaron esas decisiones. Pero me quedé con mucha rabia, porque creo que había un equipo bonito para conseguir cosas", sentencia.