Galder Cerrajería con ganas de volver al fútbol tras un año sabático: "Me veo capacitado para seguir dando guerra"

Tras quince años jugando de manera ininterrumpida, Galder Cerrajería se ha tenido que tomar un año sabático del fútbol prácticamente por obligación. Llegó a debutar con el Athletic Club de la mano de Joaquín Caparrós y fue un jugador muy cotizado en la extinta Segunda B, con pasos por equipos como el Real Oviedo, el Burgos CF, el CD Mirandés o el Barakaldo CF, club de su localidad.

En ElDesmarque charlamos con él para que nos cuente cómo ha vivido esta situación tan atípica y recordamos uno de los episodios más curiosos de su carrera: el ascenso a Segunda División con el Burgos CF en una situación límite y que acabó suponiendo la salvación del histórico equipo castellano.

P: ¿Qué has estado haciendo durante este año 'sabático'?

R: "Por desgracia este año no ha salido equipo. Mi intención era quedarme cerca de casa, salieron cosas de fuera, pero no hubo suerte. Este año lo he dedicado a entrenar más para mí, hacer más deportes y ponerme en forma para que este verano próximo salga algo interesante y podamos seguir jugando a fútbol".

P: ¿Aquí en Bizkaia o también fuera?

R: "En principio lo que quería era jugar cerca de casa después de tantos años fuera. Si se puede dar la opción, perfecto, pero no descarto salir fuera. Tampoco estamos para elegir ahora mismo. Si sale algo interesante, me gustaría seguir jugando al fútbol porque es lo que hecho toda mi vida y me veo capacitado todavía para seguir dando guerra".

P: ¿Cómo estás entrenando para no perder la forma y el toque de balón?

R: "Voy dos días a la semana donde Volker (Tarnow), un entrenador personal. Algún día he ido a entrenar con el Urduliz, que está Alain Arroyo de entrenador y de vez en cuando me dejaba ir con ellos. Se trata de no perder la forma. Al final, estar un año sin competir es complicado. Y más a la edad que tengo. He compaginado bien, he hecho muchos deportes y como me gusta mucho el deporte, no me ha costado nada. Al final echas de menos competir el fin de semana, pero es lo que toca".

P: Alain Arroyo te ha echado una mano con el Urduliz. Alain Alonso, segundo del Gernika, también es amigo tuyo. ¿Ni siquiera ellos te han trasladado algo de que querían contar contigo?

R: "El fútbol es lo que es y a lo mejor hay años en los que interesas o no. Estaban Germán Beltrán y Alain Alonso en el Gernika y al final no salió. Mi intención era quedarme cerca de casa y dejé pasar cosas de fuera que eran interesantes. Al final me quedé un poco colgado y en invierno me replanteé entrar en algún equipo, pero en ese mercado suelen buscar otro tipo de cosas y no pudo ser. A partir de ahí me mentalicé que tenía que prepararme al máximo para este verano y ya tengo la cabeza pendiente en lo que pueda salir y darlo todo".

P: ¿Segunda Federación? ¿Tercera Federación?

R: "Lo que sea. Evidentemente, cuanto más alta sea la categoría, mejor. Pero no me cierro ninguna puerta. Sé que va a ser complicado entrar en equipos, porque alguno igual se piensa que ya no juego. Que sepa todo el mundo que estoy disponible y que tengo muchísimas ganas, más que cuando era un chaval".

P: ¿Crees que jugar en un equipo como el Racing Rioja te ha podido lastrar?

R: "Es una decisión que tomé porque salí tarde de la Cultural Leonesa, rescindí contrato y no tenía tantos equipos donde elegir como si hubiera estado libre antes. Opté por el Racing Rioja, que en principio era un proyecto de ascenso a Primera RFEF, y al final la temporada fue mala. La mitad del equipo se marchó en invierno porque había muchísimos impagos y cosas muy raras que pasaban en ese club. Sabíamos que podían pasar, que si iba todo bien las cosas funcionan... Pero al final la gente se fue en invierno, como digo, y acabamos descendiendo. Sí que creo que me ha podido pasar factura. Ha sido una temporada para olvidar, y es una pena. Pintaba bien y acabó siendo un desastre. Ahora toca remediarlo y volver por todo lo alto".

Galder Cerrajería y el ascenso con el Burgos CF

P: Te ha tocado vivir muchos impagos en el fútbol. En el Burgos, con los argentinos...

R: "Sí, lo que hemos comentado. Al final, si la cosa va bien, todo bien. En el Burgos se hizo plantilla para subir a Segunda División, pero no cobramos en todo el año. Si el Burgos no llega a ascender, el equipo hubiera desaparecido y no habríamos visto un duro porque el club se hubiese liquidado.

En un principio los argentinos nos iban a pagar, pero solo nos pagaron el primer mes y el segundo. Luego no volvimos a ver un duro más en todo el año. Te ves que tienes la opción de subir y nos lo jugamos todo a una carta. Lo pasamos mal, hubo gente que le tuvo que pedir dinero a compañeros, alguno que se fue a vivir al piso de otro compañero porque no podía pagar el alquiler... Salió bien la jugada, pero podía haber salido mal. Es lo que tiene el fútbol, meter el balón dentro de la portería es lo que nos salvó. Al final ascendimos en Extremadura, cobramos y salió la cosa bien. El fútbol hoy en día pende de un hilo, hay clubes que pagan y otros no".

P: ¿Puede que fuera uno de los años más bonitos de tu carrera? Aún con todo lo malo.

R: "Sí. Cuando te ves tan apurado y que las cosas no van, al final te unes más a la gente. Lo que más he echado de menos este año ha sido la rutina del día a día, de ir al vestuario y estar con los compañeros, con el fisio, con el utillero... Eso es lo que me da la vida y lo que echo de menos. Como no teníamos otra, unimos lazos e hicimos muchísima amistad y fue una temporada espectacular. La afición se unió más a nosotros porque veía que lo estábamos pasando mal y todo salió bien. Pero es complicado estar así".

P: En aquél equipo estaban Barovero y Pisculichi, dos jugadores muy importantes que estuvieron en River Plate y tenían relación con el dueño. ¿Cómo lo vivieron ellos?

R: "Ellos dos estaban más preocupados si cabe porque conocían al presidente y a toda la Junta Directiva y tenían amistad con ellos. Estaban en esa dicotomía, porque eran gente de su confianza, pero a la vez veían que no estaban cumpliendo. Jugaron un papel primordial con nosotros. Son dos jugadores que han jugado la Libertadores, en Boca, en River Plate y piensas 'joder, igual al ser tan grandes son un poco más suyos'. Y qué va, gente súper humilde y trabajadora. Tenemos un grupo de WhatsApp y nos escriben cada dos por tres y nos dan recuerdos. Eso nos dio mucha tranquilidad, si no hubiésemos tenido esas figuras tan importantes, igual no hubiésemos tenido la calma que tuvimos. Y les tenemos un aprecio tremendo".

P: ¿Burgos, Oviedo y Barakaldo podrían ser los tres equipos que han marcado tu carrera?

R: Sí, porque son tres clubes muy grandes, cada uno a su manera. En Burgos se vive el fútbol de una manera tremenda, y en Oviedo ni te cuento. Es una locura, en el buen sentido de la palabra, porque ves cómo se vuelca la gente con el equipo y es una pasada. Para lo bueno y para lo malo, se vive el fútbol de una manera muy bonita. Y del Barakaldo que te voy a contar, es mi pueblo y a ver si este sábado podemos ascender.

En el Mirandés también ascendí. En Murcia, que me cedió el Athletic y fue mi primera salida, me gustó mucho. Casi no sabía colocarlo en el mapa y disfruté mucho. Con el calor que hacía dije '¿dónde me he metido?'. Obviamente también he tenido malas experiencias, pero no lo cambio por nada".