Una década de la obra más perfecta del Sevilla de Juande

La cita veraniega por excelencia en nuestro país es la Supercopa de España, competición que ha disputado el Sevilla FC en tres ocasiones pero que sólo ha podido ganar en una. Aquella final, como siempre a doble partido, se culminó en el Santiago Bernabéu un 19 de agosto de hace ahora justo diez años.

Aquel encuentro fue la obra maestra del equipo que, con Juande Ramos, escaló posiciones en todo el continente, siendo capaz de alzar cinco títulos en poco más de 15 meses. Lo nunca visto por el sevillismo.
El Sevilla llegaba a Chamartín con ventaja, pues en el partido disputado en el Sánchez-Pizjuán ganó por 1-0 con gol de Luis Fabiano de penalti. Sin embargo, nada hacía presagiar lo que sucedería ocho días después.
El Real Madrid necesitaba un solo gol para empatar el cruce, pero lo que sucedió fue muy distinto. Se adelantó el Sevilla con un tanto de Renato en el 17’, que empataría Drenthe siete minutos después.
Los de Juande no se amilanaron y otro gol de Renato y el primero de Kanouté –de penalti- daban ventaja en el 37’. Al filo del descanso, acortó distancias Cannavaro.
Necesitaban los merengues tres goles en la segunda parte para llevarse la Supercopa, y parecía ser capaz cuando Sergio Ramos volvió a empatar el partido en el 79’. Sin embargo, resurgió la figura de Kanouté y con dos goles en el 82’ y el 90’ daba el título al Sevilla FC.
Un título inolvidable por la forma en la que se logró, con la obra más perfecta del Sevilla de Juande, y también por ser el último que levantaría Antonio Puerta, apenas nueve días antes de fallecer trágicamente.