Caparrós concluye con muchos reivindicados... y un señalado
Llegó, vio y venció. Así ha sido la corta a la par que intensa andadura de Joaquín Caparrós en el Sevilla, donde cuatro partidos le han bastado para recuperar la ilusión de la afición y encumbrar aún más su leyenda en la entidad. El técnico utrerano ha logrado conseguir 10 de 12 puntos posibles, con los que clasifica al equipo para la Europa League.
Un rendimiento motivado por la habilidad de haber exprimido la valía de algunos de sus jugadores, muchos de ellos reivindicados. Los dos que más destacan son Roque Mesa y Sandro, casi relegados al ostracismo con Montella y que se han convertido en insustituibles con el utrerano, demostrando que son jugadores aptos para este equipo y ganándose un puesto para el próximo curso. Nombres que se suman a los de Nolito o Nzonzi, que han recuperado la confianza. Sobre todo este último tras la polémica surgida después de la final de Copa.
Pero si hay reivindicados, también hay señalados. El gran protagonista de los 'descartes' de Caparrós ha sido Joaquín Correa, desaparecido desde la llegada del nuevo técnico. El extremo argentino fue uno de los jugadores más utilizados tanto por Berizzo como por Montella pero siempre recibía críticas por su irregularidad o ineficacia en los partidos importantes.
Elementos más que suficientes para que el técnico apenas le haya brindado 20 minutos en estos cuatro partidos, saliendo desde el banquillo en la cita frente a la Real Sociedad. Tras aquella victoria, el argentino volvió a quedarse en el banquillo frente al Real Madrid e incluso se quedó fuera de las convocatorias frente a Real Betis y Alavés. Correa, el gran señalado de Caparrós.