Ocampos reconoce su error: "Intento sumar siempre, pero a veces salen días malos"
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El argentino, con "mucha bronca" tras el partido
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Antes del error, anotó el 1-2 tras un córner
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La apuesta de Quique en Almería: Ocampos vuelve en el carril zurdo
Enfadado, decepcionado e incluso resignado. Lucas Ocampos, jugador del Sevilla, atendió a los micrófonos de Movistar LALIGA tras el empate de este lunes ante el Almería (2-2) y el argentino, a pesar de que anotó el tanto del triunfo momentáneo, reconoció su error en el gol de los locales en el último suspiro: "Seguiré trabajando para no cometerlos".
"Nos vamos con una sensación mala, porque veníamos a por los tres puntos y se nos escapan al final. No nos gusta cuando no somos sólidos, hoy no lo hemos sido", comenzaba contando el argentino con cara de pocos amigos.
El ex del Marsella, pregunta por pregunta, fue analizando lo vivido en Almería y reconocía que, tras el gol local, "ellos se meten atrás, nos cuenta entrar, pero creo que los cambios fueron buenos. Nos da todo un poco de bronca".
Ocampos y el error del gol del empate
Esa "bronca" llega por un gol, el del empate, en el último suspiro. Con el Almería prácticamente rendido, los locales encontraron un centro desde la derecha que no se defendió nada bien.
Ni Sergio Ramos, ni Ocampos supieron tapar a sus jugadores y el que fuese extremo en la Ligue 1 reconoce que "pensé que estaban los dos centrales. Es verdad que tengo que cerrar un poco más. Da bronca, nos vamos enojados, pero nos quedamos con la reacción, la sensación era que no marcábamos y hoy luchamos diferente".
"El equipo está sin extremos, el míster tiene esa formación, intento sumar siempre donde me ponga. Hay días que salen mejor, otros días peor, pero seguiré trabajando para mejorar ese tipo de errores", sentenció.
Un encuentro gris para el '5'
A pesar de su error en el último suspiro, Lucas Ocampos había conseguido un tanto previo que le daba los tres puntos a su equipo, pero nada parecía suficiente.
El propio extremo se marchaba sabiendo que su encuentro no fue lo que le hubiese gustado y es que el de la selección argentina estuvo fallón en el control, en la elaboración y en el centro.
Sus progresiones, ante la multitud de errores, fueron mínimas y su equipo le echó mucho de menos.