Loïc Badé presume de brazalete de capitán

-
El francés ostentó la capitanía durante 12 minutos tras la salida de Saúl Ñíguez
-
Una 'bronca' a Stanis Idumbo y un esfuerzo para cerrar el último ataque: hasta Loic Badé acabó aplaudiendo a Peque Fernández
-
Uno por uno del Sevilla ante la Real Sociedad: varios notables para una victoria de peso en San Sebastián
La situación de los capitanes del Sevilla FC en los últimos tiempos es extraña, especialmente desde que se marchó Jesús Navas del equipo el pasado mes de diciembre, confirmando su retirada. Tanto es así, que en los últimos partidos está portando el brazalete Saúl Ñíguez, un recién llegado que, por su jerarquía en el campo, está capitaneando al equipo.
El ilicitano es el único que forma parte de los cuatro capitanes que juega con asiduidad en las últimas fechas. Nemanja Gudelj está lesionado, mientras que Suso y Marcao no cuentan con la confianza de Xavier García Pimienta, por lo que sus minutos son residuales y amenaza a que sea así de aquí al final de la temporada.
De este modo, este domingo se dio una circunstancia que no se había producido hasta ahora, y es que Loïc Badé acabó el partido como capitán del Sevilla. Cuando Saúl Ñíguez fue sustituido por Peque, el centrocampista le cedió el brazalete al central galo, que era, en esos momentos, el jugador sobre el césped más veterano en el equipo. Fueron apenas doce minutos, entre lo que quedaba de tiempo reglamentario y el descuento que se jugó, pero prácticamente un tesoro para uno de los futbolistas más implicados de la plantilla sevillista.

Badé disfruta de su capitanía efímera
El central francés, tras firmar un gran partido formando pareja con Kike Salas en el centro de la zaga, dejó la concentración a un lado cuando García Verdura decretó el final del partido, para mostrar su particular forma de ser, siempre sonriente, cuando había acabado la batalla de San Sebastián.
😍😍😍 ¡QUÉ FELICIDAD, EQUIPO!!!!#RealSociedadSevillaFC pic.twitter.com/hgevVHlwD9
— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) March 9, 2025
Badé se quitó la camiseta, pero no el brazalete, orgulloso de él en la llegada a los vestuarios del Reale Arena. Después, en las fotos de celebración en la caseta, lo mostraba orgulloso. Hay que recordar que el futbolista galo ha rechazado varias ofertas que mejoraban con creces su situación económica para quedarse en el Sevilla, el único club en el que ha arraigado desde que es profesional y en el que se siente feliz. Llevar el brazalete es todo un orgullo para él.