La fría aparición de Akor Adams en el derbi: seis toques, ni un disparo y una extraña protesta tras el error de Adrián San Miguel

Akor Adams fue la gran apuesta de Víctor Orta, tras varios intentos fallidos, para reforzar el ataque del Sevilla el pasado mercado invernal, pero a pesar de la puja blanquirroja, la realidad es que el nigeriano no ha empezado con buen pie en Nervión. Tras debutar ante el Getafe, cayó lesionado y sus dos últimas actuaciones ante el Athletic Club y el Real Betis han levantado un buen número de dudas a su alrededor: en el Benito Villamarín, casi desaparecido... y con un momento anecdótico.

Ha sido una dura lesión la superada y, como es lógico, Akor Adams necesitará un tiempo para recuperar su forma y nivel, pero la realidad es que el nigeriano, de momento, suma 70 minutos con el Sevilla y pocas sensaciones de mejorar lo que había antes.

Sus minutos en Getafe sí abrieron la puerta a la esperanza por aportar cosas diferentes a Isaac Romero, por poder compenetrarse con el de Lebrija, pero sus apariciones ante el Athletic Club y ante el Betis han empeorado la situación.

Los números de Akor Adams ante el Betis

En el Benito Villamarín, ante la falta de fútbol, García Pimienta colocó al atacante ex de la Ligue 1 en el campo a falta de más de media hora para finalizar el encuentro. La esperanza del técnico, posiblemente, era cazar algún balón largo, algún balón parado o semejante, pero la historia fue muy diferente.

Akor Adams tocó apenas seis balones, dio tres pases -dos con éxito- y no llegó siquiera a lanzar a portería. Ni se acercó, posiblemente -su equipo tampoco ayudaba en demasía-.

Por si fuese poco, el delantero dejó, posiblemente por los nervios, la tensión o la intesidad, una curiosa imagen tras un error de Adrián San Miguel. El guardameta del Betis casi pierde el balón ante su presión y la de Saúl antes de acabar cogiendo la pelota con las manos; rápidamente, Adams levanta los brazos protestando posiblemente una cesión (que no era como tal), ya que sería sorprendente que reclamase mano del propio portero.

Una imagen anecdótica dentro de un encuentro que el propio nigeriano intentará olvidar rápidamente para intentar, ante el Atlético de Madrid, estrenar su cuenta goleadora en el Sevilla.