Guido Bonini, el hombre que convierte en "masacre" las pretemporadas: "No quiero cangrejos andando con sed"

En un Sevilla low cost, de pocos movimientos e ilusiones cortadas, cualquier novedad se presenta como protagonista. En términos de mercado, la realidad es que el conjunto comandado por Antonio Cordón apenas ha estrenado a su entrenador y a dos fichajes como Alfon y Suazo. Es por ello que en estos meses, el nombre que más ha atraído al público es el de Guido Bonini, el preparador físico que está apretando a la plantilla: "Sus pretemporadas eran una masacre".

Hijo de Luis María Bonini, mítico preparador físico de Marcelo Bielsa, Guido Bonini puede decir que tuvo a uno de los mejores profesores en el oficio. "Me crie muchos años mientras mi padre trabajaba junto a Marcelo, conociéndolo, viendo entrenamientos", decía en una entrevista el ahora encargado de la preparación blanquirroja y que tanto ha sorprendido a los aficionados.

Sea por las raíces o simplemente por el estilo que quiere implantar Almeyda en su Sevilla, Bonini ha convertido el inicio de cada sesión de entrenamiento en una coctelera de ejercicios físicos, algunos con balón y otros sin él.

Sin huir del buen ambiente, Bonini exprime al máximo a sus jugadores y allá donde estuvo, dejó huella. "Los primeros tres o cuatro partidos siempre arrancábamos mal. El equipo arrancaba de la jornada 5 para adelante por la pretemporada pesadísima que hacíamos. Te lo juro, era una masacre. Cuando ellos llegan había muchos lesionados, empiezan a caer soldados", decía Carlos Salcido, capitán del Chivas que dirigió Almeyda, al recordar sus periodos de pretemporada.

La parte positiva, según Salcido, es que "llegabas a las fases finales, a los últimos partidos, y llegabas muy ligero, muy rápido en todos los sentidos", una situación que, eso sí, dado el reciente pasado sevillista, no sabemos si será suficiente para que Almeyda siga en el cargo hasta final de curso.

Guido Bonini y los "cangrejos" del Sevilla

Para muestra de la exigencia, el vídeo superior de la noticia. Como es habitual, Guido Bonini preparó diferentes ejercicios físicos para presionar a sus jugadores y lo mezcló, como siempre, con mucha guasa.

"No quiero cangrejos andando con sed", decía antes del ejercicio para corroborar su idea. "Aquí hay muchos cangrejos", se le escucha decir bromeando con sus jugadores.