Escudé desvela la receta del mejor Sevilla de la historia: "Alegría, calidad técnica e inteligencia de vestuario"
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"Había realmente un vestuario, con capitanes", dice en Palabra de Capitán
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Julien Escudé es uno de esos nombres que salen de carrerilla a la hora de relacionar un once histórico del Sevilla FC. El defensa francés llegó en el mercado invernal de 2006, y pocos meses más tarde estaba levantando la primera Copa de la UEFA del club nervionense en el Philips Stadium de Eindhoven.
Le siguieron muchos más títulos, y es que Escudé, en su larga trayectoria como sevillista, tuvo la dicha de formar parte de uno de los mejores vestuarios de la historia del club. “Eso nos ha tocado, no sé cómo nos ha tocado, pero hemos llegado de lleno”, explica en Palabra de Capitán, junto a Rafa Maínez, sobre su ingreso en el equipo sevillista hace ya casi 20 años. “El cambio culturalmente para mí, del Ajax de Holanda -muy cuadriculados, los horarios, los entrenamientos, la evolución- y llego al Sevilla, con totalmente otro modo de vida, de ver el fútbol…. Incluso los horarios de la comida”, recuerda Escudé.
“En Holanda cenaba a las seis y media de la noche, y el primer día que yo piso y aterrizo en Sevilla, Monchi me llama y dice hay una cena de equipo a las diez, te vienen a buscar para la cena a las diez y media, y yo digo, ‘a las diez y media estoy a la cama, en pijama, mañana entrenamiento’, y dice, no, aquí se cena a las diez y media, y alucino. Es un concepto que no entendía”, comentaba el que llegara a ser uno de los capitanes del Sevilla.
Sus sensaciones al llegar al Sevilla
“Yo noté una alegría, una calidad técnica, y también una inteligencia de vestuario, donde cada uno sabía perfectamente su rol, y eso es yo creo lo más complicado. Que sea el míster, que hablaba lo justo, que sea el capitán, como Javi, Pep Martí, había varios que justo sabían lo que tenían que hacer y cómo lo tenían que hacer. Luego venían jugadores exteriores, que han conocido selecciones anteriores de jóvenes, Maresca, Dragutinovic, Kanouté, yo, que tenía un cierto talento. Pero faltaba reunirlos juntos, con una visión europea, y a partir de ahí hemos encajado dentro de ese vestuario donde había realmente un vestuario, con capitanes. Eso siempre es importante. Y después la técnica, como digo, Daniel Alves, Adriano, Jesús, Luis Fabiano, yo estaba en medio, y cómo lo disfruté. Y además con sol y 25 grados, ¿qué puedo pedir más?”, completa Escudé.