¡Menos mal que son amigos!

El Sporting de Gijón dejó escapar una oportunidad propicia para situarse a menos de un partido de la salvación. Los rojiblancos realizaron un partido discreto en El Sadar, aunque el resultado pudo haber cambiado si Gil Manzano llega a acertar en las dos acciones polémicas en las que Burgui se vio implicado. De hecho, el extremo reconoció llevarse bien con el colegiado extremeño, una circunstancia que parece que no sirvió para nada.

 
En primer lugar, Gil Manzano anuló un gol legal a Burgui con 0-0 en el marcador que hubiera puesto el partido de cara para los de Rubi. Y ya en la segunda parte, el colegiado no señaló un claro penalti de Oier a Burgui cuando el extremeño le había ganado la posición al defensor de Osasuna, que hubiera supuesto la oportunidad de igualar la contienda.
Dos decisiones polémicas que enfadaron y mucho al Sporting. Y sobre todo a Burgui, que reconoció al término del encuentro su amistad con su paisano Gil Manzano: "He hablado con él porque es extremeño como yo".
Pero a pesar de ser amigos, el extremo rojiblanco estaba muy cabreado al finalizar el partido y comentaba sobre el colegiado que "sé que el primero no es fuera de juego. Al descanso se lo digo y me dice que lo ve dudoso, y le digo que en caso de duda no se pita. En el penalti le digo que perdiendo cómo me voy a tirar y me dice que ve contacto, pero no lo suficiente como para pitar penalti". Además, en este mismo sentido, manifestaba que "en un partido tan importante, donde te juegas la temporada, no se puede pitar un partido así. Él sabe que hoy ha fallado".