La despedida de 'Pichu', entre lágrimas
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Iván Cuéllar no es muy dado a sentimentalismos, pero despedirse de la que ha sido tu casa y tu familia durante nueve años no es nada fácil. El que hasta este miércoles fuera guardameta del Sporting, 'Pichu', ha dicho adiós en El Molinón y no ha podido evitar emocionarse sobre todo al recordar su paso por el cuadro rojiblanco y a todas las personas que han formado parte de su etapa sportinguista.
Las lágrimas han decidido aflorar, sobre todo, al dedicarle unas palabras a Lora y Carlos Castro, ya excompañeros de vestuario, y que han querido estar presentes en la despedida de Cuéllar en la que ha sido su casa rojiblanca. Un inusualmente emocionado 'Pichu' que ha resaltado que los motivos de su decisión están basados en razones exclusivamente profesionales, y que en lo personal no tiene ninguna pega con el Sporting de Gijón.
Recalcaba Cuéllar: "No me he preparado nada porque para mí no es una despedida, es un hasta siempre y un hasta luego. Evidentemente es un día difícil cuando dejas atrás nueve años de tu vida y tu carrera. Se me va a hacer complicado pero es un acto [se emociona] que tenía que hacer, es obligatorio sobre todo por respeto a la afición y los compañeros. Voy a intentar jugar mi último partido aquí".
"Ojalá pudiéramos jugar toda la vida, pero no podemos aguantar. Esa corta edad que tenemos, debemos explotarla"
Quería tener "palabras de agradecimiento sobre todo a la gente que hizo posible mi llegada al club. Como presidentes a Manuel Vega Arango, a Emilio de Dios que entonces estaba de secretario técnico, a Manolo Preciado, Q. E. P. D., a Alfredo García Amado. Agradecer el trato profesional en todo momento y las facilidades que me ha podido otorgar el Consejo de Administración y Javier". Tampoco ha querido olvidarse de sus compañeros de vestuario, ni de "todos y cada uno de los trabajadores de Mareo y El Molinón y todos mis compañeros en la portería. Todos los entrenadores de porteros y todos los entrenadores del Sporting, empezando por Manolo y acabando por Rubi. Todos los que me han hecho crecer como persona y como futbolista. A mi familia y a mi chica. Dejo todo aquí".
Reconoció asimismo que la de marcharse "es una decisión difícil de tomar. Uno cuando es pequeño quiere estar en lo más alto siempre y ojalá pudiéramos jugar toda la vida, pero no podemos aguantar. Esa corta edad que tenemos, debemos explotarla. La decisión viene por razones meramente profesionales. Estar al más alto nivel es mi sueño y mi deseo desde pequeño. En ningún sitio voy a estar mejor que aquí, lo tengo muy claro".
"Se me va a hacer difícil levantarme por las mañanas y no ir a Mareo"
Deseaba además: "Agradecer sobre todo a la afición, lo que realmente sustenta el sueño de mucha gente y ojalá dentro de muy poco volvamos a ver a nuestro Sporting en Primera porque es lo que queremos todos. Se me va a hacer difícil levantarme por las mañanas y no ir a Mareo. Los culpables de que sea quien soy hoy son los que me han ayudado día tras día. Intentaré trabajar y luchar para que se sientan orgullosos de mí".
No se quiere quedar con ningún momento concreto de su paso por el Sporting: "Me quedo con todas las paradas, es mi trabajo al fin y al cabo. Si hay algo que destacar, la parada de Valladolid, por lo que significaba. Para mí una parada significa mucho trabajo detrás y mucha gente, pero me quedo con esa por quedarme con algo simbólico"; pero sí con un entrenador: "Manolo Preciado sin duda alguna, creo que históricamente en el club ha sido un antes y un después", concluyó.