El efecto Baraja no puede con todo

El Sporting ha caído derrotado ante el Granada, en un partido igualado que se desniveló por un error del colegiado. Repetía once el 'Pipo' Baraja, buscando mantener las buenas sensaciones del estreno, pero lo cierto es que el equipo gijonés, más allá de la falta de fortuna, necesita seguir sumando jornadas de trabajo bajo la dirección del nuevo técnico para intentar cambiar algunos de los males endémicos que arrastra el equipo durante la temporada. 

Tras los minutos de tanteo iniciales, la iniciativa del juego quedó en los pies del conjunto local, aunque sin lograr imponerse a un Sporting solidario en las labores defensivas, que merced a una presión que nacía en sus jugadores más adelantados y sus dos líneas de cuatro muy juntas conseguía contener las aproximaciones del Granada.
La lesión de Machis, trastocó los planes iniciales de Oltra, con el alivio para Juan Rodríguez que eso supuso. Los acercamientos a las porterías por parte y parte se sucedieron sin ocasiones claras para ninguno de los conjuntos. Una contra de Kunde a la media hora, conduciendo el balón en una carrera de 60 metros, que finalizó con un disparo desviado y un par de jugadas a balón parado que no obligaron a Mariño a intervenir por parte local, y una buena combinación de Carmona y Santos con centro del uruguayo buscando a Stefan que despejó apurado Chico Flores, fueron las jugadas con mayor peligro de un primer tiempo que finalizó sin goles.
Arrancó el segundo periodo, con un error defensivo rojiblanco que terminó con una caída de Espinosa dentro del área reclamada por el público local y que no pareció merecedora de penalti. Baraja buscó un cambio de sistema con la entrada de Moi Gómez por Stefan pero sus planes se vinieron al piso un par de minutos después. Un error del árbitro, que señaló como penalti un agarrón de Juan Rodríguez a Espinosa que se produjo cuando el delantero ya había rebasado la línea de fondo. Pena máxima que Joselu se encargó de transformar.
El marcador adverso espoleó al equipo del 'Pipo' Baraja, que quiso combinar más de la mano de un Nacho Méndez. El técnico vallisoletano buscó cambiar el signo del partido con la entrada de Rubén García por un desdibujado Isma López, aunque el valenciano tampoco logró añadir mordiente a un poco efectivo  ataque rojiblanco.
En los minutos finales, un nuevo error del colegiado y una nueva jugada a balón parado, lunar de los asturianos a lo largo de la campaña, que acabó siendo rematada por Álex Pérez hacia la meta de Diego Mariño, el guardameta gallego nada pudo hacer para evitar el gol en propia meta. Jarro de agua fría y encuentro sentenciado. En un último arreón de amor propio, Michael Santos maquilló el marcador con un tanto en los minutos de añadido.
A pesar de las decisiones determinantes del colegiado, el Sporting no ofreció suficiente para ser merecedor de llevarse los puntos de Granada, plaza que sigue sin conquistar. Una de cal y otra de arena para Baraja en sus dos primeros encuentros al frente del equipo rojiblanco.
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