El derbi marca tendencia
El día del derbi asturiano se acerca. Una cita marcada en rojo desde el sorteo del calendario y que, lejos de lo esperado, se afrontará con la esperanza de que se convierta en el punto de inflexión necesario para reconducir la temporada. El duelo regional marca tendencia. Así ocurrió el curso pasado. La derrota del Sporting de Gijón, merced a los dos goles de Mossa, sirvió como trampolín para lograr la mejor racha de resultados del año.
Rubén Baraja dirigirá a los rojiblancos el próximo sábado en el Carlos Tartiere. El técnico vallisoletano afronta el duelo como si de una final se tratase, en juego más que tres puntos, incluso su continuidad al frente de los rojiblancos. En el estadio carbayón brotó la semilla que dio los mejores frutos del Pipo sportinguista, allí mismo se puede terminar de marchitar su paso por Gijón.
Aquel 4 de febrero los rojiblancos abandonaron el feudo azul tocados tras la derrota. Sin embargo, fue un aldabonazo definitivo para el renacer. Desde entonces, la racha fue mayúscula, con 32 puntos sobre 36 posibles, o lo que es lo mismo, doce jornadas sin perder, con diez triunfos, ocho de ellos de forma consecutiva. Un resurgir que este sábado tratarán de repetir, aunque en esta ocasión, resultado positivo mediante.
El mejor escenario para romper la racha
Ambos conjuntos afrontan la cita sumidos en un mar de dudas. Los locales tras tres jornadas sin conocer el triunfo, los rojiblancos doblan la racha negativa y llegan hasta las seis jornadas sin sumar los tres puntos. El reto eleva la exigencia para los de Rubén Baraja si se tiene en cuenta sus números como visitantes. Siete meses sin lograr una victoria lejos de El Molinón. Por eso y por todo lo que supone un derbi, el Carlos Tartiere es el mejor escenario para cortar de raíz estos números y marcar una nueva tendencia.