Pablo Pérez, única baja de la sesión
La primera sesión de la semana a puerta cerrada dejó una ausencia significativa. Pablo Pérez, titular en los dos primeros choques de la temporada, no se ejercitó junto a sus compañeros en la sesión del jueves. El gijonés, aquejado de molestias musculares, trabajó en el gimnasio, alejado del césped de la Escuela de Fútbol de Mareo. A pesar de no entrenarse al mismo nivel que sus compañeros, la ausencia preventiva parece indicar que no tendrá problema para disputar el encuentro frente al Albacete el domingo en El Molinón.
La ausencia de Pablo Pérez fue la única en la primera de las tres sesiones a puerta cerrada del Sporting de Gijón. José Alberto, por segunda semana consecutiva, volvió a programar entrenamientos sin público para poder preparar el encuentro frente al conjunto manchego. El técnico gijonés dispone, a excepción de Nacho Méndez, de todos sus jugadores a disposición para el encuentro en el que buscarán la primera victoria de la temporada. Tras dos empates consecutivos ante equipos recién descendidos, los rojiblancos tratarán de sumar los tres puntos ante un cuadro que el año pasado disputó el play off de ascenso a LaLiga Santander.
A los rojiblancos le restarán dos entrenamientos más a puerta cerrada para preparar el encuentro. En ellos, José Alberto deberá disipar las dos principales dudas que se plantean para el once rojiblanco. Por un lado, el ocupante del lateral diestro. El regreso de Damián Pérez 'liberará' a Molinero, que podrá volver al costado zurdo. En él, peleará por su puesto Unai Medina, que partió como titular ante el Rayo. La otra incógnita será el sustituto de Nacho Méndez. Pedro Díaz y Cristian Salvador se postulan como principales candidatos para entrar un once que buscará los tres puntos en El Molinón.
Una sesión diferente en Mareo
Los primeros minutos de la sesión fueron diferentes para la plantilla rojiblanca. En un campo de dimensiones reducidas, los rojiblancos disputaron un 'partidillo' diferente. Usando únicamente la cabeza para poder anotar, los jugadores de José Alberto se divirtieron tratando de batir a los dos porteros de excepción: Uros Djurdjevic y Aitor García. Especialmente acertado estuvo el onubense, que demostró grandes reflejos, emulando a Diego Mariño, aunque usando la cabeza para detener balones.
