La ilusión preside el tercer aniversario de Peter Lim en el Valencia

Este martes 24 de octubre se cumplen tres años desde que Peter Lim comprara las acciones de la Fundación y se convirtiera, de facto, en el dueño del Valencia CF gracias a su mayoría accionarial. Su proyecto, tras numerosos vaivenes sociales, económicos y deportivos, vive en la actualidad el momento de mayor euforia, con el equipo invicto, segundo en la tabla y tras una profunda regeneración del vestuario que ha cambiado las prestaciones de un bloque que la temporada pasada flirteó con el descenso. Fuera del terreno de juego, los problemas económicos son casi los mismos que heredó el empresario singapurés. Si bien es cierto, con Anil Murthy al frente de la entidad y Mateo Alemany en los despachos, en los últimos tiempos parecen haberse puesto en marcha proyectos como el del Nuevo Estadio de Mestalla, vitales para la economía y la ilusión de los aficionados.

Su aterrizaje

Lim llegó al Valencia de la mano del anterior presidente ejecutivo de la entidad, Amadeo Salvo, tras superar un proceso de venta en el que se presentaron siete candidatos. Salvo, no obstante, siempre vio al magnate asiático como la opción preferente para hacerse con la propiedad del paquete de acciones mayoritario del club, que estaba en manos de laFundación Valencia CF, presidida por Aurelio Martínez.

Primer año a la Champions, luego se estropeó todo

En el aparato deportivo, en su primera temporada el equipo logró el objetivo marcado al acabar entre los cuatro primeros y clsificarse para la Liga de Campeones tras dos campañas de ausencia, un objetivo en el que se contó con la dedicación prácticamente exclusiva a la Liga tras no jugar en Europa y la eliminación de la Copa del Rey en la segunda ronda en la que participaba el equipo. Una meta, la Champions, para la que, además, tuvo que necesitar una fase previa y derrotar al Mónaco. 
Fue un espejismo, a partir de ahí las cosas empezaron a ir mal fruto de una política deportiva desastrosa en la segunda y tercera temporada de Peter Lim al frente del proyecto valencianista. El equipo vencía, pero no convencía y estaba lejos de la parte alta de tabla todavía. La prematura eliminación de la Champions, acompañada por los malos resultados ligueros propició la destitución de Nuno. Cayó Nuno, le sucedieron Gary Neville y Pako Ayestarán en el banquillo y Suso García Pitarch en la dirección deportiva. Se fue Ayestarán, llegó Prandelli y sólo la normalidad que aportó Voro pudo salvar una temporada que se llevó por delante a Layhoon Chan. 

Murthy-Alemany-Marcelino, la segunda oportunidad 

A principios de 2017, con el proyecto herido de muerte, Peter Lim da un cambio de timón y en Singapur se decide cambiarlo todo. Anil Murthy se prepara para ser presidente. El 10 de abril Layhoon Chan presenta su dimisión y se certifica una transición hacia un modelo de gestión más cabal, especialmente en el campo deportivo. En enero había llegado al club un hombre de fútbol, Mateo Alemany, el gran impulsor de los cambios en la gestión de la entidad en los despachos. Con el tándem Anil-Mateo mandando, la apuesta por Marcelino García Toral será definitiva para el cambio radical en el Valencia CF. 
Para ello, eso sí, se precisó un largo verano en el que se ha realizado una reconstrucción total del equipo. El balance definitivo fue de 20 bajas y 9 altas. Y los resultados son inequívocos: segundos en Liga, invictos y la afición volcada con su equipo.

Estabilidad y los granos de Porxinos y Bruselas

Peter Lim ha logrado con la capitalización prometida de cien millones de euros y con la línea de crédito para la entidad, la ansiada estabilidad económica. Estos movimientos redujeron mínimamente la deuda y le permitirán afrontar pare los vaivenes económicos que se aprecian en el horizonte. Y es que, tres años después de su llegada, Porxinos no hace más que complicarse, la multa de Bruselas continúa siendo una amenaza para la economía del club, y el Nuevo estadio de Mestalla sólo ha arrancado tímidamente. 
Hay que recorrdar que al primer préstamo de 100 millones de Peter Lim se sumó uno segundo de 80. Cuando, de nuevo podrían surgir  que podía haber una operación económica por parte del máximo accionista, éste anunció que capitalizaba 100 millones de euros. Fue el 30 de septiembre de 2015. Se acababan los problemas de liquidez para el club, aunque no desaparecía la deuda ni los problemas económicos. 
De hecho, mientras Bruselas resuelve sobre la multa de 20,4 millones de euros (más intereses) que debe abonar el club y que está recurrida, el caso de Porxinos lleva el mismo camino. El viejo proyecto de la Ciudad Deportiva de Porxinos se resolverá en los tribunales después de que la Generalitat bloqueara casi cualquier opción de que el PAI saliera adelante  al calificar la zona como como zona forestal y agrícola no urbanizable. De momento, el Valencia reclama al Ayuntamiento de Ribarroja 25 millones de euros, pero ya ha hecho una provisión de fondos por si finalmente es la entidad quien tiene que hacer frente al pago. 
 
  

El Nuevo Estadio 

De estos asuntos extradeportivos sólo el Nuevo Estadio ha sufrido algún cambio de consideración en los últimos tiempos. Así, la administración Lim anunció el pasado 3 de octubre que iniciaba los trámites para pedir las licencias para construir el Nuevo Estadio. Hay que recordar que el plan municipal Valencia Dinamiza contempla que el nuevo recinto esté acabado antes de 2021 y Mestalla derribado antes de 2023. 
Por el momento, el Valencia ha presentado al Ayuntamiento un Nuevo Estadio con un diseño totalmente reformado que contempla un aforo máximo de 65.000 personas, 2500 plazas de parking, y un coste de 150 millones de euros a mayores de los ya invertidos. 
La resolución de la multa de Bruselas y del caso Porxinos, además de encontrar un inversor para el Nuevo Estadio, son los tres asuntos capitales que hacen zarandearse la economía de un club que confía en su equipo, de nuevo triunfador y exitoso, para volver a Europa y evitar así la venta de jugadores como solución para la todavía endeble situación financiera de una entidad que, socialmente, ha encontrado cierta paz con los resultados deportivos. La prueba más evidente es que Peter Lim vino a todos los partidos del comienzo de Liga después de estar más de un año sin aparecer en escena. Es más, el cambio del máximo accionista ha sido tal que, incluso este año, participó en las negociaciones de dos fichajes como son Guedes y Andreas Pereira.