Análisis: La importancia de Rodrigo para el Valencia de Marcelino
El futuro de Rodrigo Moreno continúa en el aire. Pese a que se truncara su fichaje por el Atlético de Madrid, en el Valencia CF no respirarán tranquilos hasta que cierre el mercado el próximo 2 de septiembre. Y es que el delantero hispano-brasileño tiene un decisivo en los planes de Marcelino García Toral, tal y como se ha encargado de subrayar propio técnico asturiano.
Rodrigo Moreno se ha convertido en uno de los futbolistas más importantes para hilar un sistema que al técnico asturiano le ha costado implantar dos años. Es uno de los engranajes en la fase ofensiva del Valencia. Tanto a nivel posicional como en situaciones de transición defensa-ataque. Es un futbolista con un gran un talento individual que además ha sabido adecuarlo a las exigencias colectivas. Marcelino supo dónde ubicarlo, darle un rol importante en base a su modelo de juego y explotar al máximo sus cualidades.
En el fútbol de élite, los jugadores cada vez tienen menos tiempo para pensar. Los rivales defienden mejor los espacios y tratan de minimizar las virtudes del equipo que tienen enfrente, limitando las cualidades de los futbolistas de ataque. La capacidad de generar zonas libres es una de las prioridades de cualquier entrenador o de cualquier jugador. En este sentido, de nada sirve generar un espacio libre si luego no eres capaz de sacarles rendimiento. Rodrigo tiene la virtud de generarlos, ocuparlos y aprovecharlos.
Para ello se vale de una cualidad técnica básica y a la vez complicada de dominar, al menos como él lo hace: el control. Dani Parejo ha hecho referencia en más de una ocasión que esta capacidad técnica cada día es más determinante y que su buena ejecución marca la diferencia entre un buen jugador y un muy buen jugador. En las zonas en las que se mueve Rodrigo, un buen control es el gesto que te da ventaja para ser incisivo.
Rodrigo sabe perfilarse para recibir el pase y una de sus mejores cualidades como delantero es orientar el control hacia el lado que le permita dar continuidad a la jugada de ataque del equipo. Son habituales en Mestalla sus clásicos volantazos a izquierda o derecha para descargar a la incorporación de laterales o extremos, o simplemente para eliminar a un rival y poder fijar a los centrales mediante conducción.
Marcelino García Toral ha identificado en Rodrigo dos de sus tres variantes en salida de balón. Una de ellas es cuando opta salir por banda con el lateral. Es muy frecuente ver al “9” siendo el primer apoyo cuando Gayá, Wass a Piccini reciben de centrales.
Otra de las situaciones en fase de iniciación es a través de Dani Parejo. El capitán es el líder del equipo sobre el campo y el futbolista sobre el que recae gran parte del peso ofensivo del equipo. Al menos a la hora de empezar a gestar la jugada. El de Coslada tiene el don innato de romper líneas ya sea en conducción o filtrando pase a la espalda de mediocentros. Aquí es donde Rodrigo es otro de los futbolistas clave. Hablábamos en líneas anteriores de la capacidad de Rodrigo de encontrar espacios en zonas intermedias. Es el futbolista a quien Parejo busca para empezar a jugar en tres cuartos de campo. El resto es tarea de Rodrigo: identificar cuál puede ser el espacio libre, generarlo, ocuparlo, y lo más importante, aprovecharlo. Los dos jugadores han creado hábitos. Saben generar conexiones en pro del equipo.
Es de sobra conocido el gusto de Marcelino por explotar los espacios al contragolpe. El propio técnico ha afirmado en más de una ocasión que su prioridad es atacar tras robo, que le permite atacar en superioridad numérica o al menos, cuando el rival tiene un menor número de jugadores por detrás del balón. Aprovechar los espacios libres para explotarlos bien a través de movimientos o los abandonados por el rival. En este contexto, Rodrigo cumple una doble función.
En primer lugar, su capacidad para reconocerse como segundo hombre. Es decir, ser el futbolista que pueda descargar de cara sobre alguno de los mediocentros para darle continuidad a la jugada y que los extremos sean quienes den profundidad y amplitud en banda para los espacios libres. Plasmar sobre el verde la frase “a veces un pase atrás significa dar dos hacia adelante”.
En segundo lugar, llegar a línea de remate desde segunda línea o ser el jugador que se desmarque en profundidad para atacar la espalda de centrales o laterales. Sabe encontrar muy bien el intervalo entre centrales o el intervalo lateral-central.
Los números de Rodrigo
En las cinco temporadas que ha vestido la elástica blanquinegra, uno de los peros que la afición ha puesto al jugador es su déficit de cara a gol. Aún así, sus cifras en los dos últimos años han sido buenas. Su progresión goleadora ha dado un salto numérico gigante con respecto a sus primeras temporadas. En la suma de las tres primeras temporadas, anotó 18 goles.
En la 2017-2018, la primera de Marcelino en el banquillo, fue el máximo goleador del equipo con 19 tantos. En un solo año pulverizó las cifras de los tres anteriores. Esta pasada temporada, a pesar de sufrir una sequía en el primer tramo de temporada, terminó con 15 goles, algunos de ellos inolvidables a ojos del aficionados, como el hat-trick contra el Getafe o el gol ante en el FC Barcelona en la final de Copa del Rey.
En definitiva, Rodrigo le da al Valencia un abanico de posibilidades que cuerpo técnico y dirección deportiva conocen. Será complicado encontrar el perfil que mejor se adecue a lo que Marcelino García Toral quiere para su equipo en el caso de que Rodrigo Moreno acabe saliendo.