Ahora Sevilla y Betis se pelean por Orellana
Fabián Orellana, ex futbolista del Valencia CF que milita actualmente en el Éibar, termina contrato el próximo mes de junio y son varios los equipos que se han interesado por su situación. El chileno de 34 años ha sido fundamental en el conjunto armero dese su llegada en 2018, y su gran nivel esta temporada (donde ha anotado siete goles y repartido nueve asistencias) ha generado que, a pesar de su edad, no le falten pretendientes.
Según la información de Estadio Deportivo, el Sevilla FC y el Real Betis estarían interesados en adquirir los servicios del futbolista de cara a las próximas temporadas. El Éibar está haciendo todo lo posible para renovar al jugador, pero su edad y el deseo de firmar un último gran contrato en su carrera han hecho que Orellana y sus agentes decidan sondear el mercado antes de tomar una decisión.
Orellana termina contrato en junio y no ha renovado por el Éibar todavía, ya que su edad y el deseo de firmar un último gran contrato ha generado que decida sondear el mercado antes de tomar una decisión.
Su paso por el Valencia CF, fugaz
Orellana aterrizó en Valencia en el mercado invernal de 2017 tras dos años desastrosos del club y en plena crisis deportiva. Su gran rendimiento en las cuatro temporadas que jugó en el Celta y la polémica con su entrenador, Eduardo Berizzo, que le apartó del equipo, fueron las razones por las cuáles los blanquinegros se interesaron en él. Con un coste de mercado por los suelos y la insistencia de Berizzo en deshacerse del jugador, el chileno recaló en las filas valencianistas en calidad de cedido y con una opción de compra de 3 millones de euros que acabó cumpliéndose.
En esa segunda mitad de temporada, el medio centro ofensivo jugó 16 partidos, 13 de ellos como titular, a las órdenes de Salvador González ''Voro'', en los cuales anotó un gol y dio una asistencia. Sin embargo, y tras haber sido el máximo goleador de los valencianistas en pretemporada, ya a las órdenes de Marcelino García Toral, fue relegado a la grada al no encontrar el técnico asturiano un sitio para él en su esquema de juego.
Finalmente, y con solo un partido de Copa del Rey en su haber y múltiples partidos desconvocado, decidió marcharse al Éibar en febrero de 2018, donde ha sido un fijo en la alineación titular desde su llegada.