Qué difícil se hace escribir un domingo después de que el Real Madrid haya apabullado al Valencia en el Bernabéu. No por lo abultado del resultado, propio de un equipo que llega siete veces y te hace cinco goles. ni por lo exagerado de la autocrítica de Baraja (Pipo creo que esta vez te pasaste y hay que ser. algo más condescendiente con los chavales, aunque entiendo tus motivos). Se hace difícil escribir y me genera cierta pereza porque el resultado no puede ocultar unas máximas en las que uno cree y que no cambian por el 5-1. Ganar o perder es circunstancial, los principios de funcionamiento de una sociedad o de un club como el Valencia CF superan el aqui y el ahora.
A saber, que el Madrid ganara con comodidad con un Vinícius estelar no quita que siga siendo un provocador y un mal compañero, además de un gran futbolista. Que el Valencia cayera derrotado -en parte por sus propios errores- sigue sin justificar que tilden de racista a una afición que no lo es, pero que tampoco se pliega a lo que le dicten desde Madrid. Su comportamiento ejemplar en el Bernabéu no es consecuencia de nada, es que es así y punto. Los 700 desplazados dieron una lección de estoicismo y valencianismo tras ver como en ocho minutos -42, 49 y 50- encajaba su equipo tres goles y el partido se acababa. No tuvo que ser un plato de buen gusto, desde luego.
Pero es que, el resultado nunca fue un argumento. Ni a favor, ni en contra. Porque igual que digo que el 5-1 no le da la razón a Vinícius cuando manipula y dice que toda Mestalla es racista, tampoco otras victorias del Valencia o una buena racha justifican lo que hace Peter Lim con este club.
Lo que está haciendo Baraja con la Quinta del Pipo y un puñado escaso de jugadores algo más curtidos es encomiable, pero no justifica nada. Que el Valencia se vaya a parón con 18 puntos es mérito suyo, de Baraja y sus jugadores y quizá un milagro. Por eso, también es motivo de obligada reflexión en el Valencia CF que debe plantearse seriamente reforzar el bloque en enero. Dos o tres fichajes se necesitan como el comer.
"Ganar o perder es circunstancial, los principios de funcionamiento de una sociedad o de un club como el Valencia CF superan el aqui y el ahora".
En septiembre la plantilla se quedó corta y eso genera desajustes como que Baraja tenga que echar mano de la chavalería y que apenas tenga recambios de garantías cada semana. Y eso es culpa única y exclusivamente del máximo accionista que cortó el grifo en verano aún habiendo margen en el Fair Play Financiero. Lim ha decidido no poner más, se ha cansado del juguete, pero se arriesga a que si corta la luz el juguete no funcione. Por eso, igual que lo escribí cuando el equipo sorprendía a muchos y rendía por encima de las expectativas creadas, lo reitero ahora. Se necesitan fichajes. Es, quizá, la única lectura positiva de caer en el Bernabéu: que nadie podrá justificarse en el resultado para no fichar. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia
Siempre me he preguntado qué pasa por la cabeza de jugadores y cuerpo técnico, después de una derrota tan abultada. Y en qué momento entran en fase resiliencia y empiezan a pensar en cómo mejorar para el siguiente partido. Sólo decir que espero que sea pronto y en Mestalla nos sigan dando nuevas alegrías. Amunt!
al final son goles