Carlos Arroyo, el espejo en el que se mira la Quinta del Pipo: la clase se tiene y se aprende
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“Es una delicia ver a los chavales jugar en el primer equipo” , asegura
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Dos golazos de Hugo González encarrilan la victoria del VCF Mestalla en Formentera
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Pablo Gozálbez cumplió su promesa: un gol importante del VCF Mestalla y una dedicatoria especial
Carlos Arroyo, fichado con 18 años del Alcorcón, pero madurado para el fútbol en Valencia sabe lo que es batirse el cobre en Paterna para llegar hasta arriba. Delegado de Miguel Ángel Angulo en el filial valencianista, ha mimado a la Quinta del Pipo desde abajo y, de ahí, que lo idolatren. Para quienes no lo conozcan, Arroyo era un fino estilista, un centrocampista con mucha calidad que durante doce temporadas defendió con orgullo la camiseta del Valencia. Retirado de la primera línea, siguió en la Academia como delegado de varios equipos y, de la mano de Angulo subió hasta el VCF Mestalla donde cuida y da consejos a los Gozálbez, Hugo González y compañía.
Como jugador era elegante y con mucha clase. Pieza destacada en aquel Valencia CF de finales de los ochenta y principio de los noventa lleno de jóvenes valores que hicieron recuperar la ilusión al valencianismo. Como delegado Carlos Arroyo es una figura cercana para muchos de los jugadores que ahora están despuntando en el primer equipo a los que ha acompañado en su última etapa de formación en el VCF Mestalla. Es por eso que a nadie le extraña en Paterna vez como Gozálbez le dedicó el otro día uno de sus últimos goles con el Mestalla (Foto y vídeo superior).
“Es una delicia ver a los chavales jugar en el primer equipo” señala Arroyo que llegó a Valencia con 18 años y en poco tiempo se asentó en el Valencia CF hasta convertirse en uno de los diez jugadores en la historia del club que más partidos oficiales ha disputado.
“No te puedes imaginar la alegría y el orgullo que nos genera a todos los que estamos en la Academia VCF ver a los chavales que estén jugando en el primer equipo, verlos felices, con el reto ahora de mantenerse. Verlos jugar cada domingo es una delicia” señala Arroyo en VCF Media, un Arroyo que, como enlace entre filial y primer equipo, mantiene el contacto con los jugadores con los que ha generado una gran relación.
Carlos Arroyo y el abrazo de Gozálbez
El último ejemplo fue hace dos semanas con la dedicatoria de Pablo Gozálbez tras el gol que anotó con el VCF Mestalla. “Siempre estoy de broma con ellos y les digo: ‘a ver si metes un gol y me lo dedicas’. Se lo digo para animarlos, para que se atrevan arriba y luego me dijo que ya hace tiempo que lo tenía en la cabeza”.
Una quinta de grandes jugadores... y personas
Gozi, junto a Javi Guerra, Diego López, Alberto Marí, Fran Pérez, Cristhian Mosquera, Hugo González, César Tárrega, Rubén Iranzo… forman parte de esos jóvenes valores que están mostrando su nivel en el primer equipo, algunos de ellos tras una vida en la Academia VCF otros, como en su momento Arroyo, que han llegado justo antes de poder dar el salto al primer equipo.
“A parte de ser buenos futbolistas son magníficas personas” destaca Carlos Arroyo. “Es gente muy educada que muchos llevan mucho tiempo aquí y se nota la labor que hace toda la Academia VCF en la educación. Son humildes, trabajadores, dando siempre el máximo y nosotros siempre tratamos de que haya buen ambiente. Para mí no han cambiado nada y eso dice mucho del nivel humano que tienen” destaca Arroyo que reconoce ciertos paralelismos en esta hornada de jóvenes de la Academia VCF con la generación que devolvió al equipo a Europa a finales de los años ochenta y principios de los noventa.