El Gobierno nipón propone más cambios en el estadio olímpico de Tokio
El ministro nipón de Deportes, Hakubun Shimomura, propuso hoy que el nuevo estadio olímpico de Tokio 2020 se construya sin techo retráctil y que se reduzca el número de asientos fijos con el fin de abaratar y acortar el tiempo de construcción.
Shimomura hizo esta propuesta durante una reunión con el gobernador de Tokio, Yoichi Masuzoe, al que le pidió que aportara 50.000 millones de yenes (362 millones de euros / 418 millones de dólares) del coste total de recinto, cuya construcción se ha presupuestado en 170.000 millones de yenes (1.245 millones de euros/ 1.421 millones de dólares), informó la agencia Kyodo.
El proyecto del nuevo recinto olímpico, que será construido en lugar donde se asentaba el antiguo Estadio Nacional de Tokio, fue originalmente diseñado por la arquitecta Zaha Hadid y ha sido objeto de numerosas críticas en Japón por su faraónico tamaño.
La organización que gestiona el estadio, el Consejo nipón de Deportes, decidió el pasado mayo que la magnitud del recinto olímpico fuera finalmente de 220.000 metros cuadrados, lo que representaría una reducción de 70.000 metros cuadrados con respecto a los planes originales.
El ministro de Deportes propuso además hoy que 30.000 de los 80.000 asientos con los que contará el estadio sean temporales, lo que le daría una mayor viabilidad después de los Juegos.
Un nutrido grupo de arquitectos y académicos puso en marcha en 2013 una campaña para alertar del impacto negativo que la gran dimensión del proyecto puede tener en el entorno urbanístico y sus zonas verdes.
El antiguo estadio olímpico de la capital nipona ya ha sido demolido y la construcción del nuevo comenzará el próximo septiembre con la idea de que sea terminado antes de 2019, cuando servirá como sede para el Mundial de Rugby que acogerá Japón el año antes de los Juegos Olímpicos.
El Estadio Nacional de Tokio fue edificado como escenario central de los Juegos Olímpicos de 1964 y tenía una capacidad de 48.000 espectadores.
