"Leones campeones" y "Chapa gracias", los cánticos de una nueva era

"Leones campeones, Leones campeones" y "Chapa gracias" y "Te queremos Chapa" son los cánticos que marcan el comienzo de una nueva era en el hockey, deporte en el que la selección argentina se ha coronado por primera vez campeona olímpica al ganar a Bélgica en la final de Río.Olga Martín
Las gradas y el terreno de juego del campo principal del estadio de Deodoro de Río fueron este jueves una fiesta argentina antes, durante y después del partido, en el que "Los Leones" se convirtieron en los protagonistas de un momento histórico para el deporte de su país.
Una gesta que perdurará en la retina de quienes la presenciaron in situ y de quienes se quedaron con las ganas y sin la posibilidad de conseguir una entrada, muchos tras pedirla directamente a los propios internacionales que todavía tratan de asimilar lo que han hecho en los Juegos de Río.
Es cierto que los buenos resultados de Argentina en este ciclo olímpico auguraban unos Juegos muy distintos para un equipo que ha vivido muchas ediciones eclipsado por el brillo de "Las Leonas", fijas en el podio desde Sydney 2000 y esta vez eliminadas en cuartos.
También es cierto que Carlos "Chapa" Retegui, ahora técnico de la selección masculina "es un ganador" y "tiene una simbiosis perfecta con sus jugadores", como han llegado a decir algunos de ellos, pero aún deben interiorizar y medir "el lío que han montado".
La conexión que tiene el equipo y los resultados sumados en Río han generado una expectación que ha ido de menos a más desde el comienzo del torneo olímpico y que ha contagiado su ilusión a sus aficionados.
Animosos y ruidosos en todos los partidos de Argentina, la "torcida" albiceleste como dicen en Río enloqueció hoy con sus jugadores, mientras éstos celebraban con emoción y entusiasmo un oro histórico para su deporte.
Incluso antes la emoción estaba desbordada. La abuela de Gonzalo Peillat quiso que su nieto la colara para estar al lado del banquillo y el jugador contó luego que tuvo que convencerla. "Abu no se puede".
Las muletas que Matías Paredes necesita para caminar al sufrir una fractura en un pie se elevaban en lo alto del podio restando importancia a la lesión que le impidió jugar la final, igual que la sonrisa de Matías Rey, pese su brazo en cabestrillo también lesionado.
Ambos sonreían mientras veían como Gonzalo Peillat intentaba subir del campo a la grada para fundirse en un abrazo con familiares y amigos, a la vez que Carlos Retegui recorría el campo cubierto con una bandera argentina junto a jugadores y ayudantes registrando el momento y el lugar en su memoria.
Vivaldi, Gilardi, Ibarra, Callioni, Vila y el resto de "los Leones" recorrían entusiasmados la zona mixta del campo principal de Deodoro, un lugar emblemático ya para ellos, donde podrán recordar siempre que se colgaron el primer oro del hockey masculino argentino después de ganar a Bélgica y de haber eliminado al campeón de las dos últimas ediciones, Alemania.
Y todo ello sin ritmo de samba. Hoy en Deodoro solo se escuchaba "Leones Campeones", el himno de Argentina, los cánticos habituales de su afición y el emotivo "Chapa te queremos", dedicado a un exjugador de hockey convertido en técnico que hace cuatro años se llevó una plata de Londres con "Las Leonas" y hoy un oro que le hace aún más grande.