Elena Congost pide rectificar al Comité Paralímpico Internacional: “Que me pidan disculpas y me den el premio que me merezco”

Elena Congost vio como un gesto humano de ayudar a su guía a metros de cruzar la meta le arrebataba una medalla de bronce en los Jugos Paralímpicos de París 2024. Un acto de solidaridad que le hizo perder durante unos instantes la cuerda que tenía consigo. Algo por lo que la atleta japonesa, Misato Michishita, que estaba a varios minutos de distancia, pudo colocarse en el tercer cajón.

La deportista accedió a una entrevista para ElDesmarque antes de embarcar para dar sus impresiones sobre lo sucedido. "Tengo la sensación de atraco total", expuso, añadiendo que consideraba que su trabajo había sido "impoluto", además de una carrera perfecta, que le permitió hacer récord de España y su mejor marca personal. "Estoy muy satisfecha de la temporada que he hecho, de la carrera que hice", avanzó, explicando que tras haber recorrido más de 42 kilómetros.

Elena Congost se quedó sin su medalla de bronce

Dos metros faltaban para la meta y su guía se tropezó porque no podía más. "A mí me sale por instinto agarrarle", comentó añadiendo que esto le hizo soltar la cuerda, pero la recuperó seguidamente. Lo que le deja perpleja que se pueda considerar como "trampa". "Me parece muy cruel", afirmó, explicando que no iba en su beneficio, sino al contrario, ya que "me paro en seco para ayudar esta persona". Por otro lado, expuso que en el reglamento está permitido asistir "si tanto atleta como guía van a caerse". "Es lo que hice", expuso.

Con la mala suerte de que la cuerda "me patinó un milisegundo". "Lo considero muy cruel y me siento tercera en esta carrera, en esta competición y en estos juegos", aseveró. Recordó que "los jueces, a priori le dieron el resultado bueno". Fue cuando llegó la atleta que iba en cuarta posición, cuando "algún entrenador que vio el problema que tuvimos y reclamó. Algo por lo que considera de "poca deportividad".

En lo referente a la reclamación, confirmó que se hizo "una apelación con el juez", pero le comentaron que "no había nada que hacer. Por ello, pidió que se luchase, hubiera algún contacto con el Comité Paralímpico Internacional y que "alguien revise estas decisiones". Entendía que si había que entregar dos bronces, que así fuera. "Que me pidan disculpas y me den la tercera posición y el premio que creo que me merezco. Para ella, "el trabajo y la carrera fueron impecables", y que en su gesto "solo hubo solidaridad, humanidad y compañerismo por una persona que se estaba cayendo".

Reincidió en que no hubo ningún tipo de trampa, "porque además no era necesario". "Estábamos a dos metros de meta y la siguiente atleta, a cuatro minutos", definió". También habló sobre su guía, que se "siente mal y robado", como ella. "Él cree que nos merecemos esa medalla", comentó, a la vez que afirmaba que pocas personas "se pueden imaginar lo duro que es". "Esta injusticia se lleva sueños de muchas personas que estaban detrás mío, que me han apoyado, que me han ayudado", dijo, añadiendo que también "se llevan probablemente una carrera deportiva por delante.

También reconoció que sus hijas "no entendían que por ayudar a una persona" le hubieran castigado. "No podían entenderlo", reafirmó, asegurando que esos no son "los valores que queremos como sociedad ni como padres hacia unos niños".

Tanto ella como su guía consideran el hecho un robo

Se le preguntó por la Beca ONCE a la que finalmente se le hará entrega. "Me siento agradecida de haber leído ese comunicado del Comité Paralímpico Español y de la Ministra de Deportes", comentó, exponiendo que eso "me tranquiliza" y que, ya que está por escrito, "será así". El momento de ayer es muy de agradecer esas palabras"

Por último, dejó caer que "si tenemos el apoyo suficiente lucharemos por quitarnos esta espinita en los siguientes Juegos Olímpicos", y también quiso lanzar un mensaje a los aficionados. "Lo primero son los valores humanos como la solidaridad, el compañerismo y la humanidad", comentó "por mucho deporte de alto rendimiento que haya".