El caos hizo de nuevo acto de presencia en el Mundial de MotoGP. En una carrera donde pasó absolutamente de todo, Johann Zarco se llevó la carrera en el Gran Premio de Le Mans. Una prueba marcada por la lluvia, los cambios de moto en la parte inicial y las caídas de varios favoritos en la lucha por el título. Todo terminó con un podio algo peculiar, menos por Marc Márquez, quien es aún más líder del Mundial. Y es que junto al francés y al piloto de Ducati, fue Fermín Aldeguer quien finalizó la carrera en tercera posición. Álex Márquez se cayó hasta en dos ocasiones a pocas vueltas para terminar; Pecco Bagnaia, por su parte, vivió un auténtico calvario. El italiano fue embestido en la primera curva de la carrera y luego, más adelante, la estrategia le obligó a retirarse.
Con Fabio Quartararo partiendo desde la primera posición, el caos empezó en la primera vuelta. En verdad, incluso antes. Y es que la carrera había sido declarada en seco, pero rápidamente la lluvia hizo acto de presencia. Unas pocas gotas que obligaron a los pilotos a replantearse la estrategia, ya que la pista se empezaba a secar muy rápido. Todos terminaron entrando para cambiar de moto y salir con reglajes de seco. Ya en la carrera y con un primer incidente con Bagnaia, Zarco, Joan Mir y Enea Bastianini como protagonistas, las dudas volvieron.
La lluvia volvió y todos los pilotos tuvieron que plantearse cambiar de moto a los reglajes iniciales. Poco a poco, así fue. La clave de la carrera estaba ahí, en quién iba a ser el más listo para parar lo antes posibles. Zarco lo fue, y no paró, manteniéndose firme en su apuesta de ir con neumáticos de mojado. Los Márquez y el resto de la parrilla sí fueron parando. Con la primera parte de la prueba superada, la consigna era clara: sobrevivir. Muchos se fueron al suelo, y solo los más cuidadosos vieron la bandera de cuadros. A destacar, no solo el triunfo de Zarco, sino la endereza de Marc Márquez, la tercera plaza de Aldeguer o la cuarta de Pedro Acosta.