Españoles atrapados en Perú en plena crisis por el coronavirus: "Hay gente tirada en pueblos"

Millones de españoles viven confinados estos días en sus casas a causa de la crisis sanitaria por el contagio del coronavirus. No es una situación fácil para nadie. Y menos para aquellos que se encuentran a miles de kilómetros de nuestras fronteras. Miles de españoles olvidados, que aún no han sido repatriados, a lo largo y ancho del planeta. Como la situación que aún viven cientos de ellos en Perú.

Precisamente esa es la historia de Vicente Partido, un arquitecto sevillano que trabaja en tierras peruanas y que aún no ha podido volver a su país. Desde el día 16 de marzo, que se decretó el estado de emergencia, se encuentra confinado en su apartamento de Lima y tratando de volver junto a su familia. Más de 15 días buscando una solución que ni en la misma Embajada de España en Perú consigue obtener.

"Mi situación quizás es de las mejores que hay aquí. Hay gente que está en regiones perdidas de Cusco, Arequipa... zonas cercanas a la selva. Hay gente que lo está pasando bastante mal debido que le ha cogido en zonas muy turísticas. Pueblos muy pequeños. Pero también hay gente que está tirada en esos pueblos y los gobiernos regionales los están tratando muy bien. Les pagan tres comidas diarias, el alojamiento... Hay de todo", comienza contando.

La situación en Perú ha afectado a miles de españoles, actualmente a algunos menos por los tres vuelos comerciales que han salido ya hasta España. "Hasta hace una semana, hasta que empezaron los vuelos comerciales, que no son los de repatriación, unos 1.300 turistas españoles querían regresar. Y alrededor de 3.000 personas en total, la mayoría residentes, que también querían regresar".

Alrededor de 900 españoles han podido volver, hasta ahora, a sus casas desde Lima, pero la aventura no es nada fácil. Lejos del orden y la organización, el caos impera en la distribución de los vuelos. Las listas, los criterios y la comunicación son un auténtico desbarajuste.

"Es cierto que se están haciendo cosas, pero vienen tarde y mal. Lo peor de todo es que se han hecho las cosas la segunda semana. La primera semana vinieron muchos países a por su gente. Israel se llevó a 600 personas, Argentina se llevó 800 personas, México repatrió a 500 y Chile a unos 200. AirFrance también voló. Todo eso durante la primera semana".

Y no sólo es que los aviones comerciales lleguen tarde. Es que algunos de ellos vuelan hasta España con plazas vacías por la falta de organización. "Es cierto que han salido ya tres aviones comerciales de Iberia. Los costes no se han disparado, alrededor de los 300 ó 400 euros, pero los aviones no iban llenos. En el último vuelo, que salió el 1 de abril, habían 25 plazas libres".

"Las plazas vacías las comunican tarde. Dos o tres horas antes de volar nos dicen que nos acerquemos al aeropuerto y que allí los gestionemos. Que lo más normal es que hubiera comunicación entre la embajada y la aerolínea para informar un día antes", añadió.

Los vuelos sin completar no es el único punto disonante en toda esta historia. La gestión de los candidatos para volar hasta España también es un tanto difusa. "Han creado una lista de todas las personas con todos sus datos. Y esa lista no sé cómo la han gestionado, tanto la aerolínea como la embajada se la han pasado por todo lo alto. Desde la embajada dijeron que tenían prioridad las personas de riesgo y a día de hoy aquí sigue habiendo niños, embarazadas... De hecho, hay una embarazada de seis meses con un niño de dos años. También sigue habiendo personas mayores".

"¿Cuál es el criterio de selección? Es la presión que hacen cada individuo en redes sociales. Conozco un caso muy particular que para el vuelo del día 1 abril no tenía billete. El día de antes, el 31 de marzo, comenzó a presionar en redes dando el nombre del cónsul, y el cónsul la llamó a ella, y le dio plazas a ella y a sus familiares".

La comunicación con la embajada tampoco está siendo fácil

A pesar de que lleva movilizándose desde el primer día, llamando día sí y día también a la Embajada de España en Perú, las respuestas, con suerte si te cogen el teléfono, son bastantes ambiguas. "A la embajada llamamos todos los días. Muchas de las llamadas no las cogen, las centralista estarían colapsadas. Es uno de los principales problemas que tenemos. La comunicación con la embajada. Yo he llamado muchas veces y a lo mejor me han cogido el teléfono el 10% de las veces".

Desde la embajada la respuesta siempre es la misma: "Que están haciendo todo lo posible, que están mirando vuelos humanitarios, pero no saben cuándo van a salir, que están en contacto con las aerolíneas...", nos cuenta.

El caso más urgente en Perú

Hay cientos de turistas españoles en tierras peruanas, también muchos españoles que han estado viviendo allí temporalmente por cuestiones laborales, pero sobre todo hay un caso que sobre pasa a los demás. "Es un español que está varado en Trujillos. Es un hombres que sufrió un ictus el 2 de febrero y lleva dos meses en la UCI. Ha salido de la UCI pero necesita asistencia médica. Lo han sacado porque ese hospital está destinado al COVID-19 y la embajada dice que no sabe qué hacer, que nosotros tenemos que buscar la ambulancia para llevarlo a Lima. No nos aportan soluciones. Tenemos que buscar nosotros las soluciones".

Miles de españoles con situaciones diferentes, pero con una necesidad común: volver a sus casas con sus seres queridos. Hay que agarrarse a la esperanza de que pronto Vicente y el resto de los españoles en esa situación puedan volver pronto a sus hogares.