Miguel, capitán del nuevo proyecto del UMA
Hasta pronto. Este fue el mensaje del BeSoccer CD UMA Antequera en la última jornada de la fase regular en Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Una semana antes, en Paterna, consumó el descenso a la categoría de planta. El club se encuentra trabajando desde entonces en la confección de una plantilla de garantías para volver a ilusionar a su afición con un pronto regreso a la élite. Un camino complejo que requiere de humildad, sacrificio, dedicación y unos pilares sólidos. Miguel Conde Toscano garantiza el correcto funcionamiento de un ecosistema que se nutre de jóvenes con cada vez más experiencia junto a otros con el anhelo de aprovechar una oportunidad a veces difícil de encontrar.
Un mezcla que ha tocado el éxito en los dos históricos ascensos con fecha del 18 de abril de 2015 y 1 de junio de 2018. El jugador natural de Cuevas del Becerro (Málaga) va a asumir la capitanía en su octava campaña consecutiva defendiendo la camiseta verde tras el desenlace a la extensa carrera deportiva de José Crispín Arriaza Leiva “Crispi”.
Miguel Conde viene dejando su huella como un profesional acostumbrado a asumir responsabilidades sin alejarse de un máximo nivel en sus comparecencias sobre el 40x20. En la interpretación de un papel defensivo no deja de añadir nuevas funciones para dotar al conjunto de un mayor equilibrio. Fuerte en el marcaje, rápido en el corte y clarividente para pisar campo rival a partir de recuperar la pelota. Una pieza polivalente por su determinación dentro de cualquier resquicio del tablero de juego que dirige Manuel Luiggi Carrasco “Moli”. Con la retirada de las dos prolongaciones del preparador en la cancha, Tete y Crispi, el 5 completa la transición apropiada tras empaparse de infinidad de lecciones de fútbol en situaciones de una exigencia bordeando el límite. Un aval de peso para aspirar a grandes desafíos dejando atrás un descenso que supone un paso atrás antes de volver a coger impulso.
La proyección del cierre malagueño no se queda en la faceta defensiva. Sus cifras goleadoras se mantienen en auge. El curso 2016/2017 finalizó como el segundo máximo goleador siendo autor de 26 tantos; algunos de ellos de gran importancia como los logrados en el tramo decisivo de campeonato liguero en Puertollano o Córdoba y los materializados en el segundo partido de la semifinal de la fase de ascenso. Una eficacia que no perdió el reciente trayecto finalizado por la cúspide nacional en el que se convirtió en el principal baluarte con 16 dianas en 30 encuentros. Una precisión que también compartió en los lanzamientos de penalti y desde 10 metros. Dejó su rúbrica en ataque sin olvidarse de sacar a relucir su característica generosidad en la búsqueda de facilitar al compañero la definición de cara a puerta. Aún le quedan por regalar más momentos inolvidables.