Pablo Carreño: "Es un orgullo que Asturias se vuelque conmigo"

Pablo Carreño es quizá estos días el deportista asturiano más feliz. A sus 22 años ya es el segundo mejor tenista que ha dado Asturias en su historia, o eso al menos es lo que indica el ranking ATP. El número 65 del mundo recibe en Londres, durante la Copa de Maestros, el premio a la mayor progresión del circuito.
No todos los días se pasa del 715 al 65 del mundo. Un hito que Pablo Carreño ha visto recompensado con el reconocimiento que le han tributado los mejores tenistas del mundo. Ellos han escogido al gijonés por delante de figuras como Wawrinka o Fognini. "Con mucho esfuerzo he mejorado muchísimo este año. Es un premio que me hace mucha ilusión", reconoce al respecto en una entrevista en Cope Asturias.
Y es que la temporada de Carreño ha sido espectacular con casi 100 victorias en 30 torneos distintos, haciéndose con el título en 11 de ellos. Un registro de campeón superior al 30% y que demuestra el enorme salto de calidad que ha dado después de acusar una hernia que le obligó a estar parado más de 7 meses.
En ese sentido, el gijonés admite que "no esperaba que me salieran tan bien las cosas", aunque no oculta que su objetivo era ingresar en el TOP 100. "Sabía que podía estar ahí y por eso os lo comentaba (a los periodistas). Era el objetivo y lo he conseguido". Por eso el camino de Pablo Carreño no ha hecho más que empezar, esperando "seguir subiendo puestos". "Soy una persona ambiciosa. Poco a poco me he dado cuenta que en el tenis se necesita ser muy ambicioso", comenta.
Sin embargo, se muestra mucho más prudente ante las palabras de Carlos Moyá, nuevo capitán del equipo Davis, quien señaló a Carreño como "la gran opción del futuro" del tenis español. "España tiene muy buenos jugadores ahora mismo. Si estoy dentro del equipo de la Davis eso será que he subido muchos puestos y he ganado partidos muy importantes". En todo caso, el deportista formado en el Grupo de Covadonga ya sabe lo que es formar parte del equipo español, aunque fuera como 'sparring' en la pasada eliminatoria en la Caja Mágica de Madrid. "Fue una gran alegría", resume sobre ello.
Pero este, con independencia de sus 11 títulos, no fue su único gran momento de la temporada. No en vano, Pablo Carreño debutó en Roland Garros ante Roger Federer en un partido que recordará toda la vida a pesar de que los nervios le jugaron "una mala pasada". "Hay que aprender de esas cosas y seguir cogiendo experiencia".
Carreño, que dejó Gijón hace siete años para entrenar en Barcelona, sigue siendo el mismo. De esta forma aún no deja de sorprenderse ante el gran apoyo que recibe desde el Principado. "Es un orgullo para mí que la gente de Gijón y de Asturias se vuelquen conmigo", asegura. Ahora, este gijonés número 65 del mundo aguarda con más ganas que nunca la preparación de la próxima campaña, en la que espera seguir dando que hablar. Calidad y voluntad no le faltan.