El 'Jardinero' López de Lacalle da el salto a profesionales en K1
Haritz López de Lacalle cumplirá un sueño el viernes en Oviedo y es que el erandiotarra, de 28 años, debutará como profesional en K1 frente al cántabro Jairo Díaz. “Estoy preparado, siempre estoy preparado”, recalca este temperamental peleador que se prepara cada día en el gimnasio Mampogym después de acabar su jornada laboral como jardinero en el ayuntamiento de Bilbao.
“Pego fuerte con las piernas, me gusta pegar con las piernas y también con las rodillas, pero a veces pierdo la cabeza… Estoy un poco loco”, reconoce Haritz. “Este deporte me ayuda a estar equilibrado. El kick me ha enseñado a ser humilde, disciplinado y respetuoso. Todos se merecen ese respeto y yo agradezco a los que entrenan conmigo el haberlo hecho. Lo hago de corazón, no es una pose, porque siempre aprendo algo nuevo con ellos”, explica el vizcaíno, que se toma muy en serio este esperado momento de su estreno en profesionales.
“Si alguien me gana es que no he entrenado bien; algo ha fallado en mi entrenamiento. No me cabe en la cabeza que alguien me pueda ganar, y si lo hace es culpa mía y de nadie más. En profesionales es diferente y el salto se nota. En amateur la gente tira manos y piernas por tirar, pero en profesionales no, porque te la juegas”.
Sobre su forma de pelear admite que le "cuesta mucho" tranquilizarse, algo que sus mentores, Eder y Txutxi, tratan de corregir. "Intentan domarme pero les está costando. Estoy acostumbrado a hacer daño con mis golpes, a tumbar al contrario, y cuando no lo consigo me encabrono, bajo la guardia, me olvido de todo y me echo encima de él, cosa que no debiera hacer. En ese sentido, el boxeo me está enseñando mucho. He aprendido a contemporizar, a recular, a bascular hacia los lados y a pensar mejor las cosas. Y a tener la guardia más alta, claro. Cosas que antes no hacía y que en ocasiones me han llevado a perder combates que podría haber ganado”, explica.