Ser árbitro está de moda

Cada vez oímos con más frecuencia hablar de los árbitros, independientemente de la categoría. Las decisiones de los colegiados son cuestionadas en la mayoría de los casos, además de las actitudes semi-agresiva que sufren en determinadas situaciones. Sin embargo, todo esto no tiene apenas influencia en el número de personas que deciden introducirse en el mundo del arbitraje. 

El colegio de árbitros vizcaíno inicia esta temporada 2017/2018 con más de 600 colegiados para la categoría de fútbol base, más de 60 para tercera, segunda y primera regional, 22 para preferente y 19 de División de Honor. Además, también cuenta con una buena representación en Tercera y Segunda B, tanto de árbitros como de auxiliares. En la Liga 123 actúa Bikandi Garrido, mientras que en Liga Santander lo hace De Burgos Bengoetxea, junto con cuatro asistentes para la primera división. 
Cada nuevo comienzo de temporada son muchos los jóvenes que acuden al cursillo que ofrece el colegio en Miribilla. Tras una serie de clases presenciales, los candidatos a árbitros deben superar un examen y, posteriormente, unas pruebas físicas. El cursillo cuenta con la participación del asistente de primera división Aitor Villate, así como de charlas de ex-colegiados como Delgado Ferreiro. 
Las principales razones que invitan a la gente a acudir a estos cursos son los réditos económicos que se pueden conseguir. Dado que la mayoría son jóvenes sin una fuente de ingresos propia, los 20 euros que pueden cobrar por una línea en regional o los 50 euros de un arbitraje en cadetes les suponen una gran ayuda, además de ser una oportunidad para realizar ejercicio físico.