Crónicas vampíricas y otras salidas de series con trato previo
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Desde que se anunciara el pasado 23 de julio que Crónicas vampíricas (2009-2017) terminaría con su octava temporada, de 16 episodios, se empezó a disparar la rumorología en torno al regreso de Nina Dobrev a la serie, tras haberla abandonado en el desenlace de la sexta temporada. Un abandono temporal, ya que según dijo en su momento la co-creadora Julie Plec, la actriz se había comprometido a hacer todo lo posible para regresar a la serie si su presencia se requería y la última temporada, o al menos los últimos episodios, era conscientemente la despedida. En su momenta la salida de la actriz fue un duro golpe para los seguidores de Crónicas vampíricas, que no imaginaban cómo la historia podía continuar sin el personaje de Elena.
Pero ya fueran el hartazgo tras 133 episodios, los rumoreados problemas con algún compañero de reparto o una incipiente carrera cinematográfica –desde que salió de la serie ha trabajado en tres películas, incluida la nueva entrega de la saga xXx: El regreso de Xander Cage (D.J. Caruso, 2017)–, la cuestión es que Dobrev ya no forma parte activa del universo de la serie. Pero un trato es un trato, y las negociaciones están en marcha para que la intérprete vuelva a la serie. ¿Será por un capítulo? ¿Un arco de varios episodios? ¿Una combinación de su voz e imágenes de archivo, como ya se hizo en algunas entregas de la séptima? Todavía no se sabe. El presidente de The CW, Mark Pedowitz, apuntó ayer en el panel ejecutivo de su cadena como parte de los TCA que Plec y el co-creador Kevin Williamson, que escribirán el final juntos, contemplan también la posibilidad de que el regreso no se pueda producir, y han ideado una versión del final que creen haría justicia a la serie sin que Elena forme parte del mismo.
Esos abandonos temporales, o salidas con trato previo, no son comunes porque la parte ejecutiva y la creativa de una serie a veces no trabajan en sintonía, y cuando un intérprete pide ser liberado de su contrato o no firmar por uno nuevo, los ánimos se caldean y la situación suele acabar en algo más definitivo. Pero a veces la parte ejecutiva entiende las necesidades de la creativa, o existe un mayor nivel ejecutivo que toma las decisiones tajantemente.
Con el décimo aniversario del final de Embrujadas (1998-2006), TVLine entrevistó al showrunner Brad Kern para repasar la historia de la serie y muchos de sus momentos más importantes. Cuando se discutía la última temporada, que recordemos contó con la incorporación de Kaley Cuoco como gran novedad, Kern habló de la famosa subtrama que obligó a Leo a ser congelado temporalmente para evitar su muerte. Resulta que fue un asunto de presupuesto, que impedía pagar a Brian Krause como regular por los 22 episodios, de ahí que sólo salieran en esos diez primeros y en los últimos. Según cuenta Kern, Krause no estaba bajo ningún tipo de obligación de regresar para el final, y el guionista hubiera entendido que no quisiera hacerlo tras la fea situación en que se vio envuelto, pero el actor se comprometió con su personaje y la serie en la que llevaba más de siete años trabajando.
Hasta en España tenemos un caso similar, con la sorprendente salida de Inma Cuesta de Águila Roja (2009-2016) en el final de la octava tanda. Entrevistada poco después de la emisión del capítulo, la co-creadora Pilar Nadal dijo que Cuesta y ella habían llegado a un acuerdo, y que la actriz volvería a dar vida a Margarita cuando la serie terminara. Su carrera en cine, e imaginamos que también el cansancio tras más de seis años en antena, propiciaron en gran parte la decisión. Irónicamente la siguiente temporada ha resultado ser la última, e Inma Cuesta ha honrado su palabra y ha vuelto para la despedida, que se emitirá dentro de unos meses. Sin salir de España, y como curiosidad, apuntar que La que se avecina (2007-) lleva años acomodando las agendas de varios de los integrantes de su elenco (Macarena Gómez, Isabel Ordaz, Cristina Castaño, Jordi Sánchez) para que puedan trabajar en otros medios sin que esto suponga un adiós permanente.
Estos gestos honran tanto a los actores como a los productores y showrunners de las series, especialmente en un momento de tal retroalimentación, donde el cine busca estrellas televisivas y la popularidad de las series hace que las ofertas de films crezcan para algunos/as. Pero, dentro de lo posible y si la relación es armoniosa, también hay que tener palabra, y saber que muchos espectadores esperan que la historia que llegan años siguiendo tenga el mejor desenlace posible.