Balada triste y de resurrección
Quedan tres jornadas para que termine una temporada para el olvido para el Athletic. Al menos, si me atengo a los números.
En Liga: 40 puntos, 35 partidos disputados (9 ganados, 13 perdidos y 13 empatados); lejos de los 54 del Villarreal, el sexto en la clasificación y, de momento, en puestos de Europa League. En Copa del Rey y en la Europa League eliminados respectivamente por el Formentera y el Olympique de Marseille. Con un desempeño colectivo irregular y flojos resultados llegó el Athletic al derbi vasco con la Real Sociedad. Pero un derbi es un derbi y, ya se sabe, la moneda puede caer de canto. No fue así. Al comienzo sonó la música: los armónicos pitidos para Íñigo Martínez por haber cambiado de color y de ciudad, por haber aceptado una ficha mejor. Luego sonaron los cañones: los 3 goles de la Real. Y por último me quedó el suspiro: el penalti consuelo convertido por Raúl García. (Aunque, si lo pienso, el resultado final fue de 3-1 a favor del Athletic: que San José marcó dos de los 4 tantos del marcador total; eso sí, en propia puerta, valga el matiz).
Es como una balada triste la de la presente temporada. Creo que tenemos jugadores buenos, pero que están aburguesados, como el funcionariado de chiste y de cliché. Creo, también, que no tenemos un buen entrenador: lo siento, porque es hombre de la casa, pero a Ziganda no le he visto desarrollar ni un patrón de juego ni opciones tácticas. Pero también es una balada de resurrección. El mismo día de la derrota en el derbi, jugaba el Bilbao Athletic con el Lealtad. Ganaron los cachorros por 8-0. Está tercero en su clasificación, con 67 puntos. Diez partidos ganados y 19 empatados, apenas 7 perdidos. Es verdad que es segunda división y no ha pasado una temporada en tres competiciones, como el primer equipo hasta que nos duró esa simultaneidad. No obstante esto, guardo una cierta esperanza por el recambio. A esta situación del filial, uno la de los jugadores cedidos: el buen momento de Unai López en el Rayo Vallecano y de Álex Remiro en el Huesca. Distinta es la situación de los otros dos cedidos: Asier Villalibre en el Valladolid y de Mikel Etxeabarria en el Numancia, que se asemeja a oportunidades perdidas o discontinuadas, como ha sucedido con fichajes descartados como los de Aketxe (Toronto), Bustinza y Eraso (Leganés). Para la próxima temporada (en la que no estaremos disputando la Europa League), me pido un entrenador con un patrón de juego y que sea capaz de generar opciones. Y una plantilla con jugadores dispuestos a dar lo mejor de sí mismos. Sólo así la afición athleticzale podrá devolverles, en reciprocidad, su entusiasmo.
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz
Corrijo: Asier Villalibre está en el Lorca, no en el Valladolid. He aquí la prueba irrefutable: http://www.laliga.es/jugador/villalibre/x-partido.