Dar un paso adelante

A menudo el miedo a un mal, nos conduce a uno peor. Aunque como dijo Esopo “Es fácil ser valiente desde lejos”. Todos los cambios son traumáticos en un club donde plantearse el objetivo de clasificarse y jugar en Europa, ganar algún año sería extraordinario, parecía como rezar un padrenuestro. Algo pasó desde que Ernesto Valverde vio que las naranjas de Lezama estaban exprimidas hasta la saciedad.

Se atisbó la fiebre contra el APOEL y en la mala recta final del campeonato liguero donde el equipo no pudo alcanzar el objetivo de la Europa League por méritos propios. La fiebre era el síntoma solamente, lo peor era realizar el diagnóstico.   El Athletic Club, está paralizado por el temor a perder, lo hemos contemplado en partidos ganados por superioridad donde los rivales han visto como los dominadores, los rojiblancos, les abrían la puerta a la esperanza a equipos pitados en sus propios campos. Un efecto resucitador que se basaba precisamente en esa aprensión a dejar de sumar sin ser capaces de ver el daño que podían generar en sus inferiores rivales.  No me gusta jugar a adivino pero creo que 2018 para nuestro Athletic debe ser un año de elección de objetivos, aunque haya daños colaterales contra los clubes que lideran la clasificación. Habrá que quitarse la venda del dolor y aprender a ser víctimas contra los mandones para que podamos solucionar el problema contable de la cartilla de ahorro del club, que es la liga. De esta manera superaremos la ansiedad de que todos los partidos nos resulten iguales.   Este es el paso adelante que le falta al Athletic, solucionar sus partidos domésticos, dominarlos, no dejarse amilanar ante su público en su liga particular y no tener prisa. Si se sacuden ese complejo y saben cerrar los partidos que deben ganar, no solo no pasarán problemas sino que podremos asistir incluso a nuevos debuts de cachorros, acontecimiento que sería muy aplaudido ante la sequía de fichajes.
Por Patxi Herranz, periodista de Radio Popular y El Correo.