Creo en la remontada en la Copa

Fue un domingo triste. Enterramos a mi abuela y apenas pude estar pendiente del Atlético-Valencia CF. El gol de Correa me dejó aún más helado que los dos grados bajo cero que marcaba el termómetro de Valladolid cuando acabó el duelo. Como el ser humano siempre busca algo a lo que aferrarse para sobrevivir, para tirar adelante, yo me quedo con que mi abuela se fue feliz, sin sufrir, rodeada de los suyos y con 96 años, y al Valencia no le queda otra que pensar que dio guerra y compitió a todo un equipazo como el Atlético de Madrid y que este jueves tiene una oportunidad de oro para dar una gran alegría a su afición. 

Yo creo en la remontada en la Copa. El Barcelona ha demostrado ser humano, que se le puede ganar y que sufre para doblegar a equipos como el Valencia. En la ida, si el colegiado hubiera sido ecuánime, el Valencia habría acabado con un jugador más sobre el campo y este jueves no tendría que enfrentarse a Luis Suárez. Por el contrario, el Valencia no podrá contar con Pereira, y tiene a su equipo maltrecho tras un mes de enero brutal. Así que, señor árbitro déjenos jugar. 
Dicho esto, está claro que la plantilla no da para más. Es lo que hay, la gasolina empieza a escasear y las bajas no hacen más que agravar una situación que deportivamente habríamos firmado a ojos cerrados hace seis meses.

Ferran Torres y Álex Blanco

He de admitir que sin Guedes y Pereira a cosa se complica aún más. Pero creo en el equipo, creo en que es factible eliminar al Barcelona pero sé que es más cuestión de fe, un pensamiento irracional, carente de argumentos futbolísticos. Ahora bien, si Guedes finalmente no llega (ojalá sí), y Pereira está KO, y Marcelino lamentaba al final del partido que generaban pocas ocasiones y que tiene problemas con sus hombres de banda, me pregunto dos cosas: ¿por qué no agotó los cambios y no le dio la oportunidad a Ferran Torres? Y, aún más, ¿por qué no echa mano de Álex Blanco? Todo el mundo me habla del extremo del filial que ha marcado cinco goles en el último mes, dos este mismo domingo y parece que es la sensación del Mestalla. Ante el Barça se necesita algo más que fútbol. Se necesita alma, sentimiento, la desfachatez de los jóvenes y estos parece que la tienen. Con eso y con Mestalla, todo es posible. Creo en la Copa. Mi abuela me enseñó siempre a sonreír ante las dificultades. Así que, dadnos una alegría, que falta nos hace. Feliz semana.
David Torres 
Delegado ElDesmarque Valencia