El tiempo perdido por el Sevilla
Anda el Sevilla en plena búsqueda de su identidad. A estas alturas, con 16 partidos oficiales disputados y la Liga de Campeones a punto de marcharse por el sumidero, ya ha habido tiempo suficiente para juzgar a los de Emery y lo cierto es que es que, de momento, no se dejan calificar con facilidad. Igual dan un espectáculo mundial en la Supercopa de Europa que hacen el ridículo en Málaga, naufragan en Canarias, le ganan al Barça, pinchan con el Eibar, hacen el ridículo en Villarreal o ridiculizan al Real Madrid. Las dos caras de este Sevilla aparecen y desaparecen de miércoles a domingo sin una explicación coherente que vaya más allá de la tozudez de Unai Emery y su cuerpo técnico.
Los buenos tienen que jugar. Y está claro que a Konoplyanka le han faltado partidos, como a Immobile o Llorente, y le han sobrado a Coke, a Kolo a Beto... Todos, absolutamente todos los aficionados del Sevilla sabían este verano que el ucraniano tenía que ser titular en el lado izquierdo y a estas alturas no vale hablar de falta de adaptación... ni decir que no había llegado el momento de Konoplyanka. Poulsen, Renato, Suker y muchos otros marcaron diferencias desde el primer día. Los buenos suelen hacerlo. Con un reparto más racional de minutos, sólo un poco más, a lo mejor, sólo a lo mejor, la temporada estaría mucho mejor encaminada.