Farah se despide de las pistas con un triunfo de "diamante"
El británico Mo Farah no falló en su despedida y en su última carrera en pista logró el triunfo en los 5.000 metros, en la finales de la Liga de Diamante, tras imponerse en un ajustadísimo esprint final al estadounidense Paul Chelimo, segundo, y al etíope Muktar Edris, el hombre que le arrebató el oro en los pasados Mundiales de Londres.Una derrota que Farah, el doble campeón olímpico de 5.000 y 10.000 metros en los Juegos de Londres 2012 y Río 2016, no estaba dispuesto a volver a repetir en el legendario estadio Letzigrund de Zúrich, una de las "catedrales" del atletismo mundial.
Para ello, el británico, que abandonará las pistas, pero no el atletismo, ya que dará el salto a las pruebas de asfalto, tuvo que apelar, más que nunca, a su imponente velocidad terminal para contener el ataque final de Edris, que como ya hiciera en el Mundial, intentó amargar la despedida a Farah.
Sin embargo, en un esfuerzo supremo, Mo Farah resistió no sólo las embestida final del etíope, sino también del estadounidense Paul Chelimo, que se abrió paso en los metros finales entre el británico y Edris, en una maniobra, que no impidió el triunfo de Farah, que se alzó con el diamante con una marca de 13:06.05.
Cuatro centésimas menos que Chelimo, segundo con un tiempo de 13:06.09, el mismo tiempo que registró el etíope Muktar Edris, al que la "photo finish" relegó a la tercera plaza, en una final en la que el español Adel Mechaal, cuarto en los 1.500 en los Mundiales de Londres, se retiró antes de concluir la prueba.
No fue una despedida, pero sí puede interpretarse como un cambio de ciclo, la derrota del francés Renaud Lavillenie, que por primera vez en la historia de la Liga de Diamante no se alzó con el triunfo en el salto con pértiga.
Lavillenie, que buscaba en Zúrich su octavo diamante consecutivo, quedó relegado a la última plaza de la final, tras fallar en sus tres intentos sobre 5.63 metros.
El pertiguista francés, que parecía haber mejorado notablemente sus prestaciones en las últimas semanas, tras el 5.91 firmado en Varsovia, volvió hoy en Zúrich a la gris versión que ha mostrado durante todo el curso.
Y eso, que Lavillenie pareció en disposición de superar, y con holgura, el listón en su último intento, pero finalmente el francés derribó con el muslo la barra, dejando el camino libre al estadounidense Sam Kendricks.
El norteamericano, de 24 años, completó un espectacular año en el que además ganar el título mundial se unió al club de los seis metros -6.00-, con la conquista de su primera Liga de Diamante, tras imponerse hoy en Zúrich con un mejor salto de 5.87, que confirman a Kendricks como el nuevo rey de la pértiga.
Un reinado que parece indiscutible en el caso del catarí Mutaz Essa Barshim, que logró su tercer diamante, tras los logrados en los años 2014 y 2015, al alzarse este jueves con la victoria en el estadio Letzigrund con una marca de 2.36 metros.
Gris registro para el catarí, que el pasado domingo firmó unos espectaculares 2.40 en Birmingham, y que hoy ni tan siquiera intentó superar los 2.40 que el estadounidense Charles Austin posee como récord de la reunión desde el ya lejano 1991, tras retirarse en 2.37 metros.
Una pequeña decepción que se encargó de compensar la bahreiní Ruth Jebet, la vigente campeona olímpica y plusmarquista mundial, que se tomó la revancha de la derrota sufrida en los Mundiales de Londres, donde pudo ser quinta, tras alzarse con el diamante en los 3.000 obstáculos con mejor marca mundial del año -8:55.29-, incluida.
Diecinueve segundos menos que la campeona mundial, la estadounidense Emma Coburn, que no pudo pasar de la quinta plaza, tras completar la prueba en un tiempo de 9:14.81.
Más sorprendente fue la derrota de su compatriota Justin Gatlin, el vigente campeón mundial, que no pudo añadir al oro logrado en Londres el diamante en la final de los 100 metros, tras concluir con un tiempo de 10.04 en una decepcionante cuarta plaza.
Un tropiezo que no desaprovechó el británico Chijindu Ujah para alzarse con la victoria en una final, algo devaluada por la ausencia del estadounidense Christian Coleman y el jamaicano Usain Bolt, los atletas que acompañaron a Gatlin en el podio de Londres.
Aunque para sorpresa, la victoria de la bahameña Shaunae Miller-Uibo en una final de los 200 metros, que se antojaba como un duelo entre la vigente campeona mundial, la holandesa Dafne Schippers, y la campeona olímpica, la jamaicana Elaine Thompson.
Sin embargo, ni Schippers, que acabó cuarta con una marca de 22.36, ni Thompson, segunda con un crono de 22.00, pudieron contener el espectacular latigazo final de la bahameña Miller-Uibo, bronce en los Mundiales de Londres, que se impuso con un tiempo de 21.88, segunda mejor marca mundial del año.
Igualmente inesperada fue el triunfo de la kazaja Olga Rypakova que "arrebató", con un mejor salto de 14.55 metros, el diamante en la final de triple salto a la vigente campeona mundial, la venezolana Yulimar Rojas, segunda con 14.52, y a la campeona olímpica, la colombiana Caterine Ibargüen, tercera con 14.48 metros.