Entrenadoras, árbitras y directivas, las otras pioneras del deporte
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Mujeres que dirigen, entrenan y arbitran a equipos tanto femeninos como masculinos: la presencia de la mujer en todos los ámbitos del deporte da pasos de gigante hacia la normalización gracias a nombres como los de las españolas Anna Montañana y Esperanza Mendoza, la alemana Bibiana Steinhaus o la paraguaya Epifania Benítez.
Con la paridad prácticamente conseguida en la cuota de participación olímpica y tras la creciente popularidad y reconocimiento de las ligas y torneos femeninos, esas otras profesiones sin las que la competición sería imposible comienzan a ser ocupadas cada vez por más mujeres, que empujan las puertas con su rendimiento.
Un claro ejemplo es la alemana Bibiana Steinhaus, que se ganó el pasado septiembre el título de pionera al ser la primera mujer en arbitrar un partido de la Bundesliga. Dirigió el Hertha Berlín-Werder Bremen de la tercera jornada. Ya había pitado decenas de encuentros de segunda categoría y de la Copa de Alemania y había sido cuarta árbitra en la primera división germana.
"El hecho de que yo sea mujer no tiene relevancia alguna. A todos los árbitros se nos valora en función de los mismos criterios y, lógicamente, por nuestro rendimiento sobre el campo", explicó Steinhaus, que había dirigido asimismo en junio de 2017 la final de la Liga de Campeonas.
Otra árbitra, Esperanza Mendoza, es actualmente la única mujer que pita en la liga española de baloncesto. También es árbitra FIBA desde esta temporada. En la competición doméstica debutó en octubre, en un Real Madrid-Tecnyconta Zaragoza, unos días antes de hacerlo en la Eurocopa.
Mendoza sigue en España el camino que abrieron Pilar Landeira en los años noventa y Anna Cardús, en la liga hasta el año pasado, y en otros deportes mujeres como Alhambra Nievas, mejor árbitra de rugby del mundo y que en octubre fue la primera mujer que dirigió un encuentro entre selecciones masculinas sénior, un Finlandia-Noruega.
Pocos equipos femeninos de fútbol son entrenados por mujeres. Hace poco más de un mes una de ellas, la paraguaya Epifania Benítez, fue la primera en conducir a una selección de su país a un Mundial, el femenino sub-20 que se disputará en Francia en agosto.
Lo hizo con la segunda plaza en el Sudamericano jugado en Ecuador en enero. "Si a mí me sale bien en esta selección, las mujeres tenemos las puertas abiertas en otras selecciones. Al ser la primera y al clasificar para un Mundial, esto les abrió muchas puertas a las mujeres", subrayó Benítez.
"En el deporte (hombres y mujeres) estamos iguales, porque es once contra once también. Pero en la parte económica estamos bastante lejos todavía", señaló la entrenadora.
Más complicado todavía es ver a una mujer en el banquillo de un equipo masculino de primera fila. Pero la española Anna Montañana, miembro del cuerpo técnico del Montakit Fuenlabrada de la liga española de baloncesto, asegura que los jugadores la han acogido "con normalidad" y que la expectación es mayor fuera, "en el entorno", que dentro.
Tras su debut este mes de febrero, subió una foto del banquillo del Fuenlabrada a su cuenta de Twitter con el comentario: "No hay que dar muchas más explicaciones a esta foto, aunque es tan simple como baloncesto + banquillo + entrenadores/as = normalidad".
También son cada vez más las mujeres al frente de clubes profesionales, incluso en el tradicionalmente masculinizado mundo del fútbol. La liga española ofreció el pasado 14 de febrero la insólita coincidencia en un palco de dos presidentas: la del Leganés, Victoria Pavón, y la del Eibar, Amaia Gorostiza.
"No es ni bueno ni malo", aseguró Pavón. "Un club es una empresa y puede estar igual de capacitada una mujer para dirigirla. Si la persona que tiene esas inquietudes y se siente capaz de hacerlo es una mujer, ¿por qué no?". Y, mientras estos estamentos se abren de forma decidida para la mujer, las deportistas siguen conquistando nuevas metas en los estadios y canchas.
Un gran ejemplo lo brindó en los recientes Juegos de PyeongChang la noruega Marit Bjoergen, que batió el récord absoluto de medallas en Juegos Olímpicos de invierno al elevar su cuenta hasta las quince. La esquiadora de fondo noruega ganó en esta edición nada menos que cinco (dos oros, una plata y dos bronces), que sumó a una de Salt Lake City 2002, otra de Turín 2006, cinco de Vancouver 2010 y tres de Sochi 2014.
También en PyeongChang, otra mujer, la checa Ester Ledecka, firmó una hazaña inédita al proclamarse campeona olímpica en dos deportes distintos, el esquí alpino (se impuso en el eslalon supergigante) y el snowboard (ganó el eslalon gigante paralelo).
La colombiana Tatiana Calderón, de solo 24 años, fue anunciada este martes como piloto de pruebas de Alfa Romeo Sauber para el Mundial de Fórmula Uno de esta temporada, tras un año como piloto de desarrollo.
"Nos ha impresionado con su enfoque y dedicación. Ha progresado mucho como piloto, desarrollando sus habilidades tanto físicas como mentales continuamente en los últimos años", la elogió el director del equipo, Fréderic Vasseur.
La igualdad a la que tienden los calendarios deportivos en todos los deportes se confirmó también hace dos semanas en España con la disputa por primera vez del campeonato nacional femenino de 50 kms marcha, que ganó Julia Takacs.