Acusado dice que solo limpió la casa y enterró cadáveres de los holandeses
Constantin Stan, uno de los dos presuntos autores materiales del asesinato en Murcia de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, ha dicho hoy en el juicio que solo colaboró en limpiar la casa rural en la que se cometieron los crímenes y en enterrar los cadáveres.Stan, que ha declarado en la tercera sesión de la vista oral ante un jurado popular, ha explicado que cuando ocurrió el doble crimen en esa vivienda de alquiler de Molina de Segura, el 13 de mayo de 2013, él se encontraba en el planta superior tras haber bebido mucho alcohol y que no se enteró de lo que había ocurrido en el salón de abajo.
En el interrogatorio ha declarado que al bajar al salón porque se acordó de que había olvidado su teléfono en la cocina, se encontró con los dos cadáveres, por lo que le preguntó a Valentin Ion, como él, de nacionalidad rumana, qué había pasado, y este le dijo que se había producido una discusión entre Severein y otro de los acusados, Juan Cuenca, y que había tenido que intervenir en defensa de este.
Ha señalado que al ver la situación, intentó irse de la casa, pero no pudo hacerlo porque estaba cerrada y con ventanas enrejadas y porque Cuenca, al que las acusaciones consideran autor del plan del doble crimen, "comenzó a llorar" y le dijo que si no colaboraba con ellos y limpiaba la casa, "buscaría una pistola para suicidarse".
Ha comentado que al día siguiente volvió a Valencia, donde vivían Cuenca, Stan e Ion, mientras que en la casa rural quedó solo este último, y que al regresar una jornada después, el miércoles 15, se encontró con que los cuerpos estaban desmembrados.
A partir de entonces, según su versión, su participación en los hechos se limitó a introducir en el coche de Cuenca las bolsas de basura y cubos con los trozos de los cadáveres y a llevarlos al huerto de la pedanía murciana de Alquerías donde fueron enterrados.
Stan, que se ha desdicho de lo que había declarado en la instrucción de la causa, ha explicado a preguntas de su defensa que la versión que facilitaba hoy era lo que realmente ocurrió aquellos días.
Con ella desmentía lo que le dijo a la policía y al juzgado cuando fue detenido, esto es, que había visto en la casa rural una pistola y a una cuarta persona que habría participado en los asesinatos del que solo sabía que se llamaba Danko.
Este cambio de versión se ha producido después de que Cuenca, tras ser interrogado hoy y tras un receso haya pedido declarar de nuevo para desdecirse también de lo mantenido hasta entonces, es decir, que Severein esgrimió una pistola que habría desencadenado los hechos y que estos se produjeron por presión del tal Danko, que los habría amenazado.
El juicio continuará mañana con la declaración como testigo, entre otros, de Edevasto Lifante, propietario de la cantera de piedra que, según ha declarado hoy Cuenca, se proponía vender como intermediario junto a Severein a través de la sociedad que ambos habían constituido en Gibraltar.
Lifante era también el dueño y presidente del club de voleibol Murcia 2005 cuyo gerente era Cuenca y en el que jugó dos temporadas Visser, que era internacional con Holanda y cuya pareja era su representante.