La genialidad de Carlos Alcaraz que aplaudió incluso Djokovic: dejada inverosímil en el momento más tenso
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Carlos Alcaraz dejó grandes puntos
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Hubo uno en el que Djokovic le aplaudió
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Los jugadores de España quieren a Carlos Alcaraz en la celebración en Cibeles
Carlos Alcaraz ya tiene su segundo Wimbledon tras imponerse en la final a Novak Djokovic en tres set. Solo fue el último el que más trabajo le costó ganar, pero los dos primeros fueron un viaje por el césped de Londres.
Hubo numerosos puntos sobre la pista que levantaron al público. Uno incluso provocó el aplauso del propio Djokovic a Alcaraz. Sacó el murciano, el resto del serbio le fue casi al cuerpo, pero con un movimiento espectacular le hizo una dejada que asombró a todo el mundo.
Qué preciosidad.
Esta se la aplaude hasta Djokovic. #LaPistaDelTenis #Wimbledon pic.twitter.com/60lBLVytYm— Vamos por Movistar Plus+ (@vamos) July 14, 2024
Carlos Alcaraz se abona a los Grand Slam
Carlos Alcaraz juguetea con una pelota. La pasa entre sus piernas mientras mira a su banquillo. Tiene la final de Wimbledon bajo control, pero bajo un control en suspense, porque al otro lado de la pista está Novak Djokovic, el que siempre vuelve y el que te puede salvar tres puntos de partido.
El serbio, atónito ante la superioridad del español, se ha quedado sin violín para celebrar. Es zarandeado de lado a lado. Golpeado como no había hecho nadie desde Rafa Nadal en Roland Garros, obligado a perder una final sin casi aparecer en ella (6-2, 6-2 y 7-6 (4)).
Alcaraz transformó su papel de promesa en el de favorito para esta edición, pero no se esperaba que agregara la etiqueta de monstruo, de devorador de títulos. Porque el español no solo venció a Djokovic, algo que han logrado varios en la historia, consiguió reducirle hasta el mínimo, borrarle de la pista, a propinarle una de las mayores palizas de su carrera. Y lo hizo con una sencillez que asusta a cualquiera que pretenda ser su rival en los próximos años.
Porque Alcaraz, con 21 años, igualó los cuatro Grand Slams de Manolo Santana, se convirtió en el sexto hombre en lograr el doblete Roland Garros-Wimbledon y es el primer español en revalidar el título en la Catedral.
Y lo hizo porque ya no es el chaval de melena menuda que se presentó sin nada que perder en este mismo escenario hace un año. Con el paso del tiempo no solo ha cambiado su peinado, también sus nervios, esos que en 2023 le doblegaron durante el primer set de la final, que apenas duró 23 minutos.