Supervive, un LoL con aroma a Battle Royale con un potencial indefinido
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Un isométrico que mezcla el MOBA con Fortnite
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Una propuesta ambiciosa desde su primera prueba cerrada
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En una época donde Honor of Kings llega a Europa
La búsqueda del maná en el mundo de los videojuegos es la originalidad, ya sea con un golpe transgresor o con la evolución de un género. Supervive propone un buen cóctel repleto de lo segundo para tomar el Battle Royale dentro de una enorme grieta del invocador con tormenta a lo Fortnite.
El estandarte de Supervive está tan definido como los juegos a los que mira de reojo para copiar el éxito. Con un trasfondo de trabajadores con experiencia en League of Legends, el MOBA es la referencia indudable. Como puesta en escena, como gancho a la comunidad del LoL y como idea para mezclar con el Battle Royale desde un planteamiento muy ambicioso.
La prueba cerrada a modo de alfa de Supervive es una exposición de condiciones para llegar a ser algo grande. Y aunque hay sensaciones contrapuestas, la esencia del LoL en forma y fondo es el germen de todo. El manejo, la cámara isométrica, las cuatro habilidades con ultimate por personaje, pasivas y ataques básicos automáticos. Todo, absolutamente todo recuerda al título de Riot.
Y eso querrá Supervive, llegar de la mejor manera a ese público para marcar la diferencia a partir de ahí con una expansión al Battle Royale. Porque Supervive es todo lo que podría ser un modo especial del LoL, pero quiere profundizar más gracias a la exploración. Es precisamente ahí donde el juego necesita un poco de perspectiva para agarrar a los jugadores con las novedades.
Los saltos con la barra espaciadora y lo que genera en la exploración es de lo más satisfactorio en el desarrollo de las partidas. El hecho de planear para buscar cofres, monedas o bichos que farmear con la idea de subir de nivel es el elemento disruptor para llegar algo más lejos. Y lo interesante es todo lo que hay detrás de esas novedades.
Porque con una exotormenta dispuesta a cerrar el mapa, el punto diferencial es la capacidad para movernos, explorar y planear entre diferentes zonas. Y es en esos saltos donde los personajes se vuelven vulnerables a ataques enemigos. Primero por la posibilidad de caer y segundo por el punto estratégico que supone para cambiar las reglas habituales de una partida del LoL.
Con resurrección, partidas a dúo o en grupos de cuatro y todos los elementos habituales del MOBA con todo tipo de roles, mis sensaciones ante la beta son contradictorias. El juego todavía necesita una evolución clara, primero en el el sonido y también en diseño de algunos aspectos como los mensajes in-game, a veces algo arcaicos (sobre todo con los objetos).
En cuanto a la jugabilidad hay una aspiración muy alta de llegar a conectar, pero hace falta una curva de aprendizaje más clara. Como sucede en todos los juegos con tantas posibilidades jugables, entrar de vacío es difícil porque hay demasiados elementos a aprender. Y en algunas situaciones los textos son pequeños.
Esa sensación de descubrimiento es una maravilla cuando, partida tras partida, empiezas a desbloquear héroes en muy poco tiempo. Y se agradece si hay una facilidad tal en el juego definitivo pero mi recomendación es practicar antes con los héroes y conocerlos con más detalles, porque en las primeras partidas hay demasiada información.
Supervive no es una partida del LoL. Ahí tienes cinco rivales delante y desde el principio sabes qué habilidades tendrán y cómo enfrentarte a ellos. Aquí no sabes quién puede aparecerte en el mapa, con qué ultimate preparada o con determinado objeto por descubrir. Eso implica un ejercicio extra para el jugador y por eso la iniciación es tan importante. Como poco en la próxima beta o en el lanzamiento definitivo volveremos a probar la estabilidad del juego y sus posibles mejores. Y ahí, el análisis obligado.