Por qué Death Stranding 2 y Ghost of Yotei son los únicos bombazos de PS5 para 2025

La ausencia de resaca tras el State of Play 2025 da para una reflexión global sobre el futuro de PS5, más aún tras la publicación del informe financiero anual de Sony. La compañía desvela muy buenas cifras en general pero en la hoja de ruta de grandes títulos para este año sólo hay dos espacios: Death Stranding 2 y Ghost of Yotei.

La búsqueda de novedades incesantes es una necesidad en la comunidad, y el problema está en las expectativas. La crítica feroz por no tener por delante algo de God of War tras el State of Play deja un análisis muy singular en la industria, una decepción generalizada que no casa con la grandilocuencia de los juegos de este año.

En ese saco muchos esperaban un salto de PlayStation en este State of Play, pero en cuanto a novedades esta exposición no se aleja mucho de lo que fue el evento de febrero del año pasado. Quizás la única diferencia es que el gran juego de entonces, Astro Bot, llegaba ese mismo año y en este caso Saros apunta a 2026. Por eso es tan importante delimitar qué juegos llegarán este año a PS5.

La respuesta a esa cuestión está a priori en el informe de PlayStation. Los dos únicos títulos subrayados para 2025 son Death Stranding 2: On the Beach y Ghost of Yotei. Y no sería raro que fueran los únicos, no por los desarrollos actuales de los estudios de Sony sino por la potencia de todo lo que llegará de third parties a PS5.

El año ha empezado muy fuerte con Kingdom Come Deliverance II, Civilization II, Avowed y Monster Hunter: Wilds en menos de dos meses, pero la proyección es aún mayor. 2025 es el año donde nadie quiere chocar con GTA VI, un evento más que un juego que tendrá a los jugadores muchos meses enganchado.

El temor a comparecer junto a GTA VI

GTA VI es una peligrosa sombra para muchos estudios. Primero porque puede nublar la aparición de múltiples juegos antes y después de su llegada por motivos obvios. Y segundo porque no hay pistas de su fecha, lo que expulsa del tercer y cuarto trimestre del año muchas posibilidades.

A todo ello hay que sumarle una larga lista de juegos inesperados llegados de Xbox que serán un soplo de aire fresco para PS5. Indiana Jones es solo el primer destello de todos los que irán cayendo con el paso de los meses, Doom: The Dark Ages es uno de los mejores ejemplos.

A partir de ahí hay una larga lista de propuestas interesantes que completan un año prometedor: Metal Gear Solid: Snake Eater, Mafia: The Old Country, Assassin's Creed Shadows, Elden Ring: Nightreign, Khazan, Fable, Judas, Clair Obscur, 2XKO, Borderlans 4, South of Midnight y Hell is Us. Todos van a llegar a PS5 antes o después.

Por eso es tan difícil encontrar espacios para brillar a sabiendas de que las cosas van bien. Y seguramente quede alguna sorpresa para el State of Play o el Showcase de verano, quién sabe si un DLC de Astro Bot o alguna de las piezas pendientes de Santa Monica o Insomniac Games. Pero estas dos últimas difícilmente sean juegos para 2025.

Además de todo ello faltan juegos a priori muy sonados que llegan con fuerza desde PS Studios como Marathon o FAIRGAME$. Son nuevas IP's y no pueden competir con deseos de la comunidad como un nuevo God of War, el remake de un Final Fantasy IX o un Resident Evil 9, pero es muy diferente el trabajo de las third parties de los juegos propios. Por eso sí hay esperanza de tener sorpresas de Square o Capcom mientras que los juegos propios van a esperar casi con total seguridad a 2026.

La Nintendo Switch 2 también cambia el panorama 

GTA VI es un espacio del que alejarse pero la Nintendo Switch 2 también es un competidor aunque muy diferente al juego de Rockstar. La avalancha de ventas de la nueva consola de Nintendo con la promesa de varios juegos prometedores de lanzamiento como Metroid, Pokémon y Mario Kart deja un espacio muy potente.

Todavía no hay un calendario de estrenos oficial de la consola y eso deja un vacío para la competencia sin saber contra qué luchar. Por eso es relativamente peligroso descubrir que a finales de año puede aparecer un Zelda o un Mario 3D de la nada que cambie la perspectiva para lanzar un juego de muchos millones y años de desarrollo.

La conclusión es que lejos del análisis del especialista que sabe cuántos desarrollos y deseos hay detrás de un State of Play, 2025 va muy fuerte. Quizás la ausencia de Insomniac Games pese así como la inseguridad de no saber qué pasa con ciertos títulos como Pragmata, pero el año está asegurado.