Fretless - The Wrath of Riffson, un eléctrico RPG a golpe de guitarra

-
La magia del GuitaR-PG
-
Un título musical cargado de la adrenalina propia del rock
Vivimos en un mundo donde cada RPG trata de inventar algo diferente, o recuperar un estilo que llevábamos tiempo deseando. Fretless - The Wrath of Riffson es el mejor ejemplo de ambas cosas, presentándonos una jugabilidad fresca y novedosa mezclado con las mismas estrategias de siempre. Pudiendo disfrutar de un título que imita el estilo clásico gracias a su precioso pixelart, pero también supone un reto en cada combate.
Si hay una palabra que lo defina, esa es GuitaR-PG. Pues estamos ante todo frente a un juego musical. ¿Lo gozaste con títulos como Brutal Legend? Pues el título de Ritual Studios lo lleva a su género, lo que nos permite gozar de un juego donde una fantástica música nos acompaña todo el tiempo. Y sí, según cómo de buenos seamos con nuestra guitarra (u otros instrumentos) seremos capaces de salvar al mundo.

La guerra de bandas más importante del milenio
Nuestro sueño es ser una gran estrella del rock, pero eso no es una tarea sencilla. Menos en un mundo donde al fuerte siempre le gusta aplastar al débil, y en este caso una importante discográfica tiene planes ocultos, más allá de seguir dominándolo. Son los encargados de organizar siempre una gran batalla de bandas, pero en esta ocasión han ido más allá... ¿Qué son esas misteriosas criaturas del bosque?
Y así empieza la aventura de Rob. Con su guitarra española y muchas toneladas de entusiasmo en su mochila se aventurará a conocer a los mejores músicos de su región, y que le ayuden a destacar en la guerra de bandas. Pero para ello también deberá aprender a familiarizarse con el resto de instrumentos como el bajo o el sintetizador.

En la simpleza a veces está el éxito
Una trama sencilla, y un RPG de toda la vida son los ingredientes para funcionar. Porque a veces sencillamente tenemos que ir de castillo en castillo buscando a una princesa. Y en Fretless - The Wrath of Riffson encontraremos todos los elementos básicos de un juego del género como explorar el mapa en busca de cofres ocultos, y tratar de resolver algún puzzle que nos de acceso a alguna zona oculta. Así como el de encontrar todas las estatuas Riffs para desbloquear más habilidades.
Esa exploración nos permitirá encontrar más objetos con los que mejorar nuestros instrumentos como un clavijero para nuestra guitarra española. O herramientas que mejoren los efectos de nuestros riffs (ataques), teniendo que gestionar bien estos recursos así como las escasas pociones. Aunque eso solo supondrá un ligero problema en las primeras horas de juego. Con el viaje rápido y la visita a curanderos estará todo solucionado.

Un combate por turnos pero activo para no perder el ritmo de la música
Como en todo buen RPG clásico, los combates son por turnos y puramente estratégicos. Sin embargo aquí entra un pequeño factor aleatorio. Dispondremos de una baraja de acordes que administrar, no podremos seleccionarlos todos y a veces conviene tener uno repetido varias veces. De todos ellos, podremos seleccionar un determinado número en cada turno, y así poder administrar cada combate.
Pero lo mejor del combate es tener que estar atento cada segundo. El parry es la clave tanto para atacar como para defender. Un estilo cruzado de turnos y acción en tiempo real que bien nos recuerda al reciente y fabuloso Expedition 33. Pero no será sencillo, ya que cada ataque nuestro y de cada enemigo tendrán secuencias diferentes que deberemos memorizar para saber cuándo realizar nuestra acción. Solo así podremos multiplicar el daño o reducir el que recibimos con mucha más frecuencia. Algo que llega a ser super complejo debido a la enorme variedad de ataques diferentes. Además, con cada parry de ataque acertado iremos cargando nuestra barra de límite llamada Crescendo.

Y cuando teníamos un instrumento dominado, toca aprender con otro
Especialmente en las primeras horas de juego, iremos desbloqueando nuevos instrumentos constantemente. Primero tendremos la guitarra española, enfocada en daño directo. Pero luego entra el bajo, con el que ya aprendemos a hacer combos y meter efectos negativos al enemigo que reaccionan a futuros ataques para multiplicar un daño que, de inicio, es bastante bajo. Algo que se sigue complicando con el Sintetizador. Y dominar todos estos efectos alterados para hacer el combo perfecto es algo que hay que aprender rápido, pues incluso los monstruos más sencillos pueden suponer un reto si no lo hacemos bien.
Además, cada instrumento tiene cualidades y habilidades especiales. Unos riffs o acordes que como hemos mencionado hay que aprender a administrar. Cada ataque es esencial y posee sinergias con otros, y dependerá de nosotros organizar nuestra baraja acústica con la que contar luego en el combate. Habilidades que podremos mejorar con objetos encontrados en cofres o que dropean los enemigos, por lo que administrar cada objeto a la hora de mejorar una habilidad o directamente pasar a otro arma, es otra decisión que tomar constantemente. Aunque el truco para tener materiales casi infinitos es volver a un lugar seguro con el viaje rápido, curarnos y al volver habrán respawneado los enemigos para poder seguir farmeando o vender lo que no necesitemos.

Conclusiones de Fretless - The Wrath of Riffson
Si bien es cierto que su trama es sencilla, lo que nos motiva a continuar no es precisamente eso, si no su enorme adrenalina al jugar. Un juego que lo bonito que es visualmente es un engaño, porque luego nos desafía en cada combate, en cada nueva habilidad adquirida, en cada nuevo instrumento o en cada objeto con el que solo podemos mejorar un atributo... Si bien tampoco es algo imposible, nos obliga a memorizar todo tipo de patrones que cambian constantemente. Recordad: el parry es la clave de todo.
Además, como era obvio, a lo largo de nuestra aventura encontraremos infinitos guiños a artistas y grupos. Tanto en un cartel que no tiene más como directamente en algunos aliados y por supuesto enemigos. Dándole un toque especial a esta aventura deliciosa para los más rockeros.
Lo mejor
- La adrenalina de los combates
- Es exigente en todo momento, aportando a esa adrenalina
- La música como base fundamental, y muy bien trabajada
Lo peor
- Una narrativa simple, pero que al final tampoco se echa mucho de menos
- La curva de aprendizaje es relativamente compleja y puede llegar a frustrar el tener que volver a curarnos tras un par de combates
- No está disponible en español, dificultando el aprendizaje de numerosas habilidades y combos
80/100