Wild Hearts S lo clava en el combate y el bestiario, pero su apartado técnico se lo carga todo

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El bestiario y el combate son brillantes, amén de los karakuri
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Ni en modo dock se termina de salvar, pero en modo portátil el port hace aguas
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Nintendo Switch 2 sigue batiendo récords de ventas
Wild Hearts S es la versión de Switch 2 de la saga de caza de monstruos de EA Games. Un título que cuenta con muchas virtudes, pero al que su apartado técnico lastra sobremanera en la nueva híbrida de Nintendo. Si bien KOEI TECMO acierta en muchas cosas, lo cierto es que los problemas a nivel de calidad de texturas, tasa de frames y otras cuestiones como un popping muy evidente penalizan mucho la experiencia, especialmente en portátil. Vamos con el análisis de esta versión.
Sobre el apartado de la historia, combate y demás aspectos os emplazamos al análisis que ya hicimos de este título en su primera versión. En resumidas cuentas, este título sucede en una suerte de Japón medieval que unas criaturas llamadas kemono han invadido. Nuestro deber como un samurái sin amo que vaga en soledad será la de combatir a estas criaturas y evitar que sigan comiendo terreno a la raza humana, la cual se ha visto obligada a retroceder a pequeños núcleos de población. Estas bestias, por cierto, son un derroche de creatividad, increíbles. Alguna de ellas nos ha dejado con la boca abierta.
Nuestro personaje, por cierto, nos permitirá una customización enorme. El editor de personaje es súper amplio, puedes incluso elegir la voz de entre numerosos actores y actrices de doblaje de los más conocidos. Te sonarán las voces, seguro, y el trabajo es buenísimo. Yo he elegido a Eduardo Gutiérrez, la voz de Stewie en ‘Padre de Familia’.
El sistema de combate es genial, adictivo y muy creativo

Volviendo al juego, para combatir a estas criaturas nos valdremos de diferentes herramientas como una amplia variedad de armas, armaduras, talismanes… aunque el quid del juego es darle uso a los karakuri, una especie de estructuras o dispositivos que invocamos por medio de la magia y que nos ayudarán a desplazarnos por las ‘arenas’ de combate de diferentes formas para asestar golpes letales a nuestros enemigos desde diferentes ángulos, esquivar sus golpes… cuanto más creativo seas con estos gadgets, mejor te lo pasarás.
También son el eje de la progresión: a medida que avances de nivel irás desbloqueando mejores karakuri. Estos elementos también nos ayudarán a avanzar en nuestra historia, para escalar paredes en vertical o para superar rápidamente zonas que se derrumban a tus pies en cuanto las pisas, por poner dos ejemplos.
Lo cierto es que el combate es genial. KOEI TECMO ha desarrollado grandes títulos de acción, especialmente alguno de los mejores musou de los últimos tiempos. Combatir las bestias es un auténtico placer, incluso sin compañeros.
Apartado técnico:

Sin embargo, toda la experiencia está marcada por un apartado técnico que dista mucho del deseado por los usuarios. Y es que los problemas son importantes y notorios desde el minuto 1 de la experiencia. Para empezar nos encontramos con unas texturas de bajísima resolución. Las texturas del suelo, árboles o hierba están muy por debajo del estándar actual, incluso dentro de lo razonable para una consola portátil. En modo portátil podemos estar hablando de texturas en torno a los 500p para una imagen que aspira a los 1080p, pero que no siempre lo consigue. En este sentido, además, tenemos una tasa de frames por segundo variable, y con un rango demasiado amplio. E
l juego aspira a los 60fps en modo portátil, pero la mayor parte del tiempo se mueve en torno a los 40fps. Sin embargo, en momentos de mucha carga poligonal en pantalla, y también en momentos concretos (lucha contra alguna criatura importante de la historia) llega a descender por debajo de los 30fps. La mayor parte del tiempo permanece entre los 40 y los 60fps, pero tiene bajadas muy acusadas que entorpecen mucho la experiencia.
A todo eso súmale popping incluso a distancias medias y un efecto en la iluminación bastante molesto: simula el deslumbramiento al pasar de la sombra a zonas iluminadas. Sin embargo, el resultado termina siendo molesto a la vista, con sobresaturaciones que no aportan al conjunto.
Todo eso en el modo portátil. El modo dock va más estable, pero no se libra de la mala calidad de las texturas. Tampoco del popping, aunque el boost de potencia del dock sí permite una mayor distancia de dibujado. Tendremos ese popping en zonas lejanas, molestará mucho menos o casi nada. Además, sí que permite una tasa de frames mucho más estable. En dock tira a 4K reescalado y 30fps en modo calidad, y en 1080p 60fps en modo rendimiento. A nosotros nos convence más el modo rendimiento, al reescalar desde calidades tan bajas no es que exista una diferencia notable en cuanto a la definición, pero sí que se nota de manera muy evidente la fluidez en el movimiento de nuestro personaje.
En resumen: en portátil el juego es funcional en lo jugable, pero hay que hacer un ejercicio activo para que esos problemas no te importen. En modo dock es bastante aceptable, aunque no sin problemas. No sabemos si es culpa de la potencia de la consola o de una mala optimización, aunque lo cierto es que el título ya tuvo problemas cuando lanzó su primera versión en Xbos Series, PlayStation 5 y PC.
¿Qué trae de diferente esta versión de Nintendo Switch 2?
Por último, respecto a los añadidos de Wild Hearts S respecto a su versión anterior, tenemos un cooperativo online de hasta cuatro jugadores respecto a los tres que tenía inicialmente Wild Hearts. No habrá crossplay, solo podrás jugar con otros usuarios de Switch 2, aunque tampoco necesitarás cuenta de EA para ello, solo una suscripción de Nintendo Switch Online. Asimismo, respecto a la conectividad, también te da la posibilidad de usar el Game Chat de Nintendo y la cámara durante tus partidas online.
En cuanto al juego en sí, Wild Hearts S integra todos los contenidos adicionales, DLC y bonificaciones desde el lanzamiento de su primera versión en 2023, así como todos los cosméticos de la Karakuri Edition. Del mismo modo, se han implementado ajustes de equilibrio entre las armas y armaduras, y ahora los kemono huirán en muchas menos ocasiones, un problema que en su día la base de jugadores criticó y que ya solventaron en las versiones de sobremesa y PC.
Conclusiones de Wild Hearts S:
Wild Hearts S es un título con un núcleo jugable muy sólido, que mantiene todo lo bueno de su lanzamiento original en consolas de sobremesa, pero arrastra también parte de sus problemas… y añade otros nuevos. El combate, como siempre con KOEI TECMO, funciona como un reloj, y el uso de los karakuri permite una creatividad que le da identidad propia. Todo esto está bien.
El problema llega cuando hablamos del apartado técnico en esta versión para Switch 2: en modo portátil la experiencia se resiente demasiado por una mezcla de texturas pobres, popping evidente, y una tasa de frames que baja demasiado a menudo. En modo dock la situación mejora, pero no lo suficiente como para compensar del todo. No ayuda que las mejoras específicas de esta edición (como el multijugador ampliado o las funciones online) no consigan justificar la versión si ya tienes el juego en otra plataforma. El conjunto sigue siendo disfrutable, pero cuesta más.
*Versión analizada: Nintendo Switch 2
Lo mejor
- Sistema de combate pulido y creativo. Los karakuri son el alma jugable del título.
- Un bestiario variado y muy llamativo.
- Buena variedad de armas y opciones de personalización.
- Integración de todo el contenido postlanzamiento.
- Mejor rendimiento en modo dock.
Lo peor
- Problemas técnicos graves, sobre todo en modo portátil: texturas a baja calidad, bajadas frecuentes de fps y popping, además de una iluminación que causa deslumbramientos por momentos.
- Pocas mejoras que justifiquen la nueva versión, más allá de la obvia adaptación a la plataforma.
66/100