Borderlands 4: el regreso explosivo del rey del looter-shooter

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Un mundo abierto lleno de caos, acción frenética y toneladas de botín
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La mejor jugabilidad de la saga, aunque empañada por algunos problemas técnicos
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Requisitos mínimos y recomendados de Borderlands 4 en PC
Han pasado seis largos años desde la última entrega principal de la saga, y muchos nos preguntábamos si Gearbox Software sería capaz de recuperar la magia que hizo de Borderlands una de las franquicias más queridas del género looter-shooter. Tras un Borderlands 3 que nos conquistó a todos los fans y varios spin-offs, digamos, irregulares, Borderlands 4 llega con la promesa de reinventar la fórmula sin perder su esencia. ¿Lo habrá conseguido?
La buena noticia es que, en muchos aspectos, la respuesta es si. Kairos, el nuevo planeta protagonista, es el escenario perfecto para una aventura que combina acción desenfrenada, humor irreverente y un apartado técnico que, cuando funciona, luce espectacular y nos recuerda a nuestros mejores momentos en Pandora. Sin embargo, no todo brilla en este regreso: algunos bugs, pequeños pero molestos problemas de rendimiento y una historia que, aunque mejor que la de su predecesor, no arriesga demasiado, hacen que el resultado sea un poco agridulce. Eso sí, podemos decir que a nivel jugable tal vez estemos ante la mejor entrega de la saga. ¿Y no es eso lo que de verdad importa?

Una historia más sobria pero todavía Borderlands
La narrativa de Borderlands 4 se sitúa seis años después de los acontecimientos de la tercera entrega. Esta vez abandonamos Pandora y viajamos a Kairos, un planeta recién expuesto tras la teletransportación de Elpis. Allí gobierna el Cronoguardian, un tirano que mantiene sometida a la población mediante unos implantes neuronales enchufados a la médula espinal. Nuestro papel, como nuevo Buscador de la Cámara, será unirnos a la Resistencia Carmesí para enfrentarnos a su ejército sintético, La Orden, y descubrir los secretos de los enigmáticos Refugios alienígenas.
La trama apuesta por un tono más maduro y distópico, dejando atrás buena parte del humor excesivo de Borderlands 3. Eso no significa que falten las bromas absurdas, las referencias culturales y las misiones secundarias hilarantes. No en vano tenemos a Claptrap como maestro de ceremonias y gran líder de la Resistencia Carmesí, y eso siempre es sinónimo de humor androide absurdo. El resultado es una historia más equilibrada, aunque también más predecible: la clásica rebelión contra un tirano que hemos visto en infinidad de videojuegos. Eso sí, luego tiene de fondo ese jugoso elemento de las cámaras para saquear.
Pero funciona y nos ha gusta especialmente cómo esta misión principal, salpicada de decenas de misiones secundarias y desafíos extra, vertebra bien la campaña principal, que nos permite explorar y abrirnos pasos a través del enorme y variado mapa de Karios. Podemos explorar a nuestro libre albedrío e ir encontrando decenas de cosas por hacer, botín que acumular y enemigos que ir derrotando y que se van ajustando a nuestro nivel de dificultad allá por donde vamos. Lo que hace que todo fluya bastante bien y todo sea un desafío suficiente para seguir avanzando.

Los nuevos Buscadores de la Cámara
Como es tradición, Borderlands 4 nos da a elegir entre cuatro nuevos protagonistas, cada uno con habilidades únicas y un estilo de juego diferenciado: Amon, el Caballero Forjador, un tanque con un marcado rol cuerpo a cuerpo; Harlowe, la Gravitar, especialista en control de masas y manipulación gravitatoria; Rafa, el Exo-Soldado, un combatiente ágil con exoesqueleto y ataques eléctricos; y Vex, la Sirena Oscura, heredera del legado de las míticas Sirenas, con un enfoque más versátil y oscuro.
La personalización ha evolucionado: los árboles de habilidades rígidos dejan paso a un sistema algo más flexible, con sinergias activas y tres grandes habilidades por personaje que podemos ir progresando por separado e ir activando según la necesidad (sólo podemos tener una habilidad principal activa a la vez). Además, el juego introduce progresiones adicionales como especializaciones, la posibilidad de reiniciar jefes para farmear botín, e incluso arrancar con un nuevo personaje en nivel 30 tras completar la campaña. Una auténtica delicia para quienes quieren explotar todas las posibilidades del juego.
Y, por supuesto, todo esto brilla un más si le das una oportunidad al cooperativo. Hasta cuatro jugadores en línea y dos en local pueden compartir, codo con codo, todas las aventuras que ofrece el título. Y todo ajustando la dificultad de los enemigos y jefes al nivel de cada jugador. Aquí hay un trabajo de precisión milimétrica y se agradece.

El mejor Borderlands hasta la fecha
En su apartado jugable es donde Borderlands 4 brilla con luz propia. La fórmula clásica shooter caótico y lluvia de botín sigue intacta, pero ahora se potencia con un abanico de movimientos que transforman el ritmo del combate: doble salto, planeo, deslizamiento, gancho, escalada y embestidas laterales. Esta mayor verticalidad convierte cada tiroteo en un espectáculo frenético y variado, mucho más dinámico que en anteriores entregas. Y los distintos biomas, ciudades y estructuras del juego favorecen este tipo de combate y epxloración.
El arsenal también se amplía con nuevas armas, perks y fabricantes. Como siempre, el RNG genera momentos de frustración y euforia a partes iguales: una pistola puede ser basura en una partida y un monstruo en otra. Esa imprevisibilidad es parte del ADN de la saga y, con la posibilidad de farmear jefes y repetir misiones, la adicción por conseguir “la build perfecta” está garantizada. Eso sí, la sensación de estar cargando con toneladas de basura tecnológica no nos abandona y siempre estaremos frustrados por si hemos tirado el arma definitiva y ni siquiera nos dimos cuenta.
La transición a un mundo abierto sin cargas es otro de los grandes cambios. Kairos se presenta como un planeta enorme y diverso, con junglas, desiertos, asentamientos urbanos y ruinas tecnológicas. El mapa está repleto de secretos, coleccionables, mazmorras y refugios ocultos que ofrecen desafíos especiales. Eso sí, el ritmo no siempre está bien calibrado: a veces abundan los encuentros aleatorios hasta volverse pesados, y otras el mundo se siente algo vacío. Pero en general, explorar Kairos es una delicia, igual que hablar con sus personajes secundarios.

Un apartado visual impactante
El estilo cel-shading característico alcanza aquí su máxima expresión. Borderlands 4 es, sin duda, el juego más vistoso de la franquicia: los colores vibrantes, los contrastes entre biomas y la atención al detalle en los personajes y enemigos hacen que explorar Kairos sea un auténtico placer visual. Los diseños de los nuevos enemigos, como los Breakers (psicópatas que atacan breakdanzando), muestran el ingenio estético de Gearbox.
Sin embargo, los problemas técnicos empañan el espectáculo. En PS5 (y parece que también en PC) se sufren algunas caídas de frames, texturas que cargan tarde y hemos experimentado un bug que nos reiniciaba una mazmorra entera. También hemos recuperado una partida guardada y hemos aparecido en un lugar del mapa donde todavía no habíamos llegado ern la partida. Estos pequeños errores, que seguro van remitiendo a medida que los desarrolladores los vayan detectando, lastran un poco la experiencia.
Sonido y doblaje de alto nivel
El apartado sonoro también merece mención especial. La banda sonora es una maravilla que acompaña la acción con temas intensos y gamberrros, y que luego es capaz de darnos melodías emotivas en momentos clave. Y los efectos de audio funcionan.

Las actuaciones de voz están a un nivel altísimo, como siempre en la saga, tanto en el doblaje en inglés como en el castellano. Claptrap, pese a su rol más reducido en este juego, vuelve a protagonizar m omentos inolvidables y conocemos a nuevos personajes que cuentan también con un gran carisma.
Conclusiones de Borderlands 4
Borderlands 4 es un regreso triunfal en lo jugable y artístico, pero un poco empañado por algunos problemas técnicos. La historia mejora respecto a la tercera entrega, la jugabilidad alcanza cotas nunca vistas en la franquicia y el apartado visual es impresionante. La experiencia de shooter-looter la tienen más que controlada en Gearbox y aquí brilla más que nunca: un gunplay depuradísimo, una sensación de caos y acción constante en los combates que es una delicia, unos jefes finales atractivos y desafiantes y tanto, tanto botín por encontrar para cambiar constantemente nuestro inventario… que tenemos horas de diversión por delante. Si Gearbox cumple con los parches, Borderlands 4 puede tener mucha vida.
Plataforma analizada: Xbox Series X
Lo mejor:
- Jugabilidad refinada y frenética con nuevas mecánicas
- Mundo abierto diverso y repleto de secretos
- En modo cooperativo todo brilla aun más
Lo peor:
- Bugs molestos y problemas de rendimiento
- Una historia un tanto genérica y poco inspirada
- La IA de los enemigos a veces no está al nivel
82/100