Yooka-Replaylee: un regreso mucho más bonito, pero igual de irregular

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La pareja de camaleón y murciélago vuelve con un remake que pule y mejora su propuesta de plataformas clásicas 3D
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Una aventura muy vistosa y simpática que sigue sin encontrar su propia identidad
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Yooka-Replaylee es una revisión profunda del debut de Playtonic Games (compañía fundada por algunas de las preclaras mentes de Rare) que llegó en 2017 como una carta de amor a los grandes plataformas 3D de la época de Nintendo 64. Este regreso, mucho más 'remake' que 'remaster', intenta corregir errores, pulir aristas y devolver la esperanza a quienes soñábamos entonces con un sucesor digno de Banjo-Kazooie.
El resultado de esta entrega re-pensada de aquel Yokaa-Laylee es, sin duda, un juego mucho mejor acabado que el original, más redondo y más disfrutable. Pero sigue sin ser ese renacer glorioso del plataformeo 3D que algunos esperábamos. Al menos no del todo.

Borrón y cuenta nueva para Yokaa y Laylee
Tras el varapalo que supuso el Yooka-Laylee original, lanzado en 2017 con mucha ilusión y poco acierto, Playtonic ha vuelto sobre sus pasos con una actitud encomiable. Como ya hemos dicho no estamos ante un simple remaster, ya que no se trata solo de una mejora gráfica o un port a consolas modernas: Yooka-Replaylee es una revisión completa y ambiciosa del propio concepto de juego, con animaciones renovadas, nuevos efectos visuales, retoques en los mundos, un rediseño completo de los menús, mejoras en la cámara, en el control de los personajes y hasta cambios en el diseño de niveles. Y todo eso se nota.
La primera impresión es positiva: la paleta de colores es vibrante, las texturas están mucho más trabajadas, el movimiento de los personajes es más suave y natural y la cámara ya no es un dolor constante. De hecho, ya ni reparamos en ella y eso siempre es positivo.
La jugabilidad también ha recibido un buen lavado de cara. Ya no hace falta desbloquear movimientos básicos tras avanzar en la historia; desde el primer momento, el dúo cuenta con su repertorio completo, lo que libera al jugador para explorar con fluidez, y será la necesidad de cada entorno la que nos empuje a utilizar esas nuevas habilidades. Esta decisión transforma la experiencia: ahora moverse por los mundos resulta más placentero, más ágil y menos frustrante. La cámara, tal vez el peor de los puntos negros del juego original, ha sido reajustada con mucho éxito, aunque todavía hay momentos puntuales en los que se acerca demasiado o impide ver exactamente lo que queremos.

Coleccionado (demasiadas) páginas perdidas
Los mundos siguen siendo los mismos: selvas tropicales, montañas nevadas, casinos coloridos, galaxias lejanas… pero han sido rediseñados por dentro para dar cabida a mucho más contenido. El número de Pagies (las páginas coleccionables del Libro Único que nos permiten avanzar a nuevas zonas) se ha doblado, y se han añadido nuevas piezas que deben reunirse en grupos de cuatro para conseguir una Pagie completa, al estilo de las monedas azules de Mario Sunshine. ¿Es esto bueno? Si y no. Lo que antes eran espacios grandes y vacíos ahora están mejor aprovechados, lo que recompensa mucho más la exploración y aporta más variedad. Pero no todos los desafíos brillan con la misma intensidad y ahora podemos decir que 'hay pagies por todas partes'.
Aquí es donde aparece el gran “pero” de Yooka-Replaylee. Porque, pese a todas las mejoras, la sensación de estar ante un plataformas irregular no desaparece del todo. Los desafíos van desde lo divertido a lo anodino, pasando por lo frustrante. Algunas pruebas son divertidas, como ciertos puzles o secciones arcade renovadas, pero otras parecen puestas por compromiso, sin chispa ni intención. En general, hay mucho más que hacer, pero luego pasamos demasiado tiempo hablando con extraños personajes con ojos saltones que nos proponen retos sencillos y rápidos para obsequiarnos con una ‘pagie’ extra. Muchas más ‘pagies’, pero mucho más fáciles de coleccionar. Y es que el coleccionismo por el coleccionismo es el corazón de este juego: a lo que ayuda la inclusión del mapa y el viaje rápido (dos añadidos muy destacables).

Otro de los elementos sin alma es el combate. Los enemigos son, en su mayoría, muy poco memorables y fácilmente esquivables, y los combates carecen de profundidad. Básicamente puedes eliminar a todo lo que se te cruza en el camino con el golpe de cola de Yooka, un remolino devastador que se activa pulsando X tres veces y que hace todo el trabajo sólo: va haciendo caer a toda clase de enemigos uno detrás de otro. Las transformaciones, otra mecánica nueva que en teoría debería aportar variedad a la experiencia, se queda en mera anécdota.
En cuanto a narrativa, Yooka-Replaylee tiene el mismo tono ligero y adorable del original. La colorida historia es una sencilla excusa para saltar de mundo en mundo, con Capital B como villano de opereta y un reparto de secundarios que intenta ser simpático a base de juegos de palabras y referencias al mundo de los videojuegos y con constantes cameos y roturas de la cuarta pared. Hay momentos divertidos, especialmente con Laylee y su humor sarcástico, pero el guion abusa demasiado de chistes autorreferenciales.
Un buen lavado de cara a nivel técnico
En lo técnico, eso sí, Yooka-Replaylee se comporta con solvencia. El rendimiento es estable, con apenas caídas de frames, y los tiempos de carga son razonables. El nuevo mapa y el sistema de seguimiento de desafíos es muy útil y ayudará mucho a los completistas. Las opciones de personalización, tanto estéticas como de dificultad (gracias a los tónicos), aportan algo de rejugabilidad y permiten adaptar la experiencia a cada jugador.

La música está también a un gran nivel. Las composiciones orquestales y las melodías nos recuerdan los mejores tiempos de los títulos de Rare (auqnue sin llegar al nivel de aquellos). No en vano, tenemos a Grant Kirkhope y David Wise detrás del proyecto.
Yooka-Replaylee es una versión superior del juego original. Más bonito, más ágil, más completo. Es una buena noticia para quienes ya disfrutaron de la primera entrega y una segunda oportunidad para quienes se sintieron decepcionados hace ocho años. Sin embargo, pese a todos sus avances, no consigue despegar del todo. Las mejoras están ahí, pero el corazón del juego sigue siendo el mismo: un plataformas simpático, entretenido a ratos, pero incapaz de dejar huella.

Conclusiones de Yooka-Replaylee
Yooka-Replaylee es un ejemplo claro de cómo un remake puede arreglar muchos aspectos técnicos y jugables sin lograr del todo reinventar su alma. Playtonic ha hecho un esfuerzo notable por mejorar la experiencia original, y eso merece ser reconocido. Sin embargo, la falta de inspiración en el diseño de niveles y desafíos lastran un conjunto que, aunque correcto, nunca brilla con fuerza propia. Un título ideal para quienes aman los plataformas 3D sin grandes exigencias, pero lejos del podio reservado a los grandes del género.
Plataforma analizada: Nintendo Switch 2
Lo mejor
- Animaciones y gráficos renovados
- Mejora notable en los controles y la cámara
- El mapa, el viaje rápido y más contenido y coleccionables
Lo peor:
- Diseño de niveles todavía irregular y poco inspirado
- Enemigos y combates muy poco desafiantes
- Mucha colección y poca chicha
76/100