Se puede caer, pero no así
Athletic C. - Sevilla FC | |
3 | 0 |
Goles: 1-0: Javi Martínez, m. 3. 2-0: Llorente, m. 34. 3-0: Toquero, m. 36. |
Un Sevilla decepcionante cae con justicia en San Mamés. Hizo el ridículo en la primera parte y ya no pudo levantarse
El Sevilla hizo poco menos que el ridículo en la primera parte. El plan anti-Llorente fracasó por todos sus lados. Fazio andaba como por el salón de su casa en un partido que era, como poco, una batalla. Pasivo en defensa y en ataque. Al otro encargado del presunto sandwich, David Prieto, le tamblaron las piernas, tanto saltando como con el balón. Fruto de la inoperancia de ambos, sumado a que Palop no transmitió seguridad y que el equipo se vino abajo desde el minuto uno, el Athletic se adelantó en el minuto cuatro con gol de Javi Martínez. Antes había peinado Llorente, quién no. El partido, tras la avalancha con premio local en el inicio, se estabilizó y se trabó. Faltas y faltas pararon el encuentro y un timorato Sevilla no acertó ni a completar una buena jugada ni a tirar a puerta. La ansiedad se trasladó al Sevilla, el balón comenzó a quemar y nadie aparecía para reclamarlo, y cuando aparecía, sufría una falta que el indolente y condescendiente Mejuto no sancionaba o no lo hacía como debía. En esas andaba el partido cuando Llorente de nuevo hizo explotar San Mamés imponiéndose a sus blanditos marcadores. Y para colmo, David Prieto, en una acción infantil, indigna del nivel del Sevilla, regaló el tercero que acabó marcando Toquero.
La segunda mitad se presuponía de dominio sevillista, de arreones, de ocasiones. Nada de eso. El Sevilla no pasó de ser una mera comparsa en la fiesta del Athletic. Ni una sola ocasión clara, ni un disparo a puerta, ni miedo metió el equipo de Jiménez, a pesar de meter a Capel en el campo por un nulo Adriano. El Athletic, posiblemente, ganó uno de sus partidos más fáciles de la Copa para meterse en la final de Mestalla, una final que no se ha merecido el conjunto nervionense, inferior esta noche técnica, física y mentalmente al Athletic.
Tiempo habrá para valorar las consecuencias de esta nefasta noche. La inmediata, es la enorme decepción.